Anjel Ordóñez
Anjel Ordóñez
Periodista

Menos pistolas

¿Están ahora los agentes libres de agresiones? ¿Se sienten los ciudadanos más seguros? ¿Se lo pensarán más los presuntos delincuentes antes de cometer delitos?

El Gobierno de Lakua pretende obligar a todos los policías municipales a portar un arma de fuego mientras patrullan. Al parecer, y según leía en este periódico la semana pasada, esta medida es reclamada por los sindicatos policiales como forma de protección para los agentes ante el aparente incremento de la criminalidad en la sociedad vasca. La iniciativa tiene como base una sentencia del TSJPV que forzó al Ayuntamiento de Eibar a equipar con pistolas a sus agentes, a partir de la consideración legal de la Policía Municipal como «instituto armado de naturaleza civil». La decisión judicial respondía a una demanda del Sindicato Vasco de Policía y Emergencias.

Desde la pasada primavera, los municipales de Eibar llevan una pistola en la cintura y a mí me surgen dudas. ¿Están ahora los agentes libres de agresiones? ¿Se sienten los ciudadanos más seguros? ¿Se lo pensarán más los presuntos delincuentes antes de cometer delitos? Y si los municipales llevan pistola, ¿qué es lo que los diferencia de los ertzainas?

En Estados Unidos, donde los policías van armados hasta los dientes, el pasado año murieron 62 agentes abatidos por armas de fuego, un 36% más que en 2020. En el mismo año, la policía disparó y mató a 535 personas que portaban armas. Pero hizo lo mismo con 25 personas desarmadas. En Islandia, con una población de 350.000 personas, hay censadas más de 90.000 armas. Este volumen se explica por el fuerte arraigo de la caza como tradición ancestral. Pues bien, en Islandia los policías van desarmados, con la única excepción de ciertos cuerpos especiales. Y la criminalidad va acorde con las temperaturas: se acerca a cero.

Ustedes pensarán que no se puede comparar Islandia con Estados Unidos, ni cualquiera de estos dos países con Euskal Herria. Precisamente ahí está la cuestión. Cuando se habla de armas mortales, es necesario afinar, analizar con detalle, profundizar. No es lo mismo Bilbo que Azkoitia, ni Irun que Amoroto. El objetivo común, ineludible e inaplazable es garantizar la seguridad de la ciudadanía. Pero eso no implica necesariamente el uso de las armas.

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