La semana que siguió al inicio de la invasión de Ucrania, en el Congreso se celebró una sesión que ya dejó sentado el que sería el nuevo insulto de moda. «En el Gobierno de España están los aliados de los socios de Putin», dijo Santiago Abascal, en referencia a Unidas Podemos. Poco después esa etiqueta se ampliaría para dar cabida a toda persona de izquierdas que levantase una ceja ante la idea de enviar armas a Ucrania. La caza de brujas se ha hecho tan popular que cualquiera se siente legitimado para señalar. Incluso quien más tienen que callar.
Pero las hemerotecas son inclementes y saben quiénes presumían hasta hace dos días de ser íntimos del presidente ruso y los suyos. En el año 2012 el rey Juan Carlos I capitaneó una expedición empresarial a Moscú en la que participaron algunas de las más importantes constructoras y energéticas españolas, como FCC, Iberdrola, Indra, OHL o Repsol. El objetivo declarado era llevarse contratos en el país. El rey aprovechó el viaje para recibir el Premio Estatal de Rusia. Unos años antes él mismo había recibido a Putin en Madrid, declarándole un «verdadero amigo de España».
Como Juan Carlos y su corte empresarial, muchos líderes europeos han sido cercanos de Putin y el Kremlin en los últimos 20 años, bien en la vertiente política o bien en la empresarial, si acaso son esferas separables. De Gerhard Schröder a Aznar. Y sí, Rusia ha tenido interés en promover movimientos desestabilizadores, como los de extrema derecha. Las acusaciones de que incluso ha podido llegar a financiar algunos, como el de Le Pen en Francia, no son chocantes.
Pero conviene recordar que Rusia no ha sido tratada como una narcodictadura recóndita o un Estado fallido que enviara dinero de tapadillo, sino como una gran república con silla en todos los foros mundiales y círculos de poder. Así que no hace falta que busquen tanto. Por norma general, han tenido más contacto con Putin y han hecho más negocios con Rusia aquellos que en España han estado más arriba del escalafón político y empresarial. Quizás explica el ardor guerrero que ahora gastan estos. Nada duele más que la traición de un amigo.
Los amigos de Putin
El rey aprovechó el viaje para recibir el Premio Estatal de Rusia. Unos años antes él mismo había recibido a Putin en Madrid, declarándole un «verdadero amigo de España».
