Pronto comienza el curso académico. Gran parte de la juventud que cursa estudios superiores o de formación profesional se pregunta si le servirán para encontrar un trabajo digno que, a ser posible, les guste realizar. El panorama varía en función de los motivos por los cuales se ha elegido formarse en una u otra profesión. También en función de los mecanismos a través de los cuales se accede a un trabajo que, por desgracia, dependen más de las redes de contactos y recomendaciones que de un currículo brillante.
Durante décadas de docencia, nos encontramos con gran parte del alumnado desmotivado, mal aconsejado y envuelto en la incertidumbre de no saber si ha elegido bien. Tal vez habríamos de informarles antes sobre cuáles son los nichos laborales para una persona con unas capacidades medias y sin perspectivas de enchufe. Fuera de los tópicos de las ingenierías y la informática, existen importantes demandas, por ejemplo, en ámbitos como la enfermedad mental, en una sociedad que la produce a cascoporro y que es terreno abonado para psicólogos, farmacéuticos e incluso veterinarios dedicados a tratar las patologías de los perros, provocadas por su encierro domiciliario en el acompañamiento a personas enfermas de soledad.
Pero este es solo un ejemplo, porque esta sociedad del capitalismo salvaje nos ofrece además un amplio espectro de trabajos relacionados con las consecuencias del desastre ecológico que provoca, como por ejemplo guarda o bombero forestal, fontanero o técnico en instalación de aire acondicionado. Ni qué decir tiene que en el seno de las policías y las prisiones siempre hay un hueco como funcionario (no recomendable por aquello de que solo se vive una vez). Para quienes únicamente pueden acceder a un trabajo precario no cualificado, a pesar de contar con títulos acreditados, siempre queda competir con la mano de obra subalterna y explotada migrante en actividades como jornaleros agrícolas si eres hombre, empleadas domésticas si eres mujer, o en hostelería, trabajo precarizado apto para ambos sexos.
Nichos laborales
Esta sociedad del capitalismo salvaje nos ofrece además un amplio espectro de trabajos relacionados con las consecuencias del desastre ecológico que provoca.
