Después de tantos años de gestiones, de informes preliminares, fases de estudios, grados de observación, encuentros, entrevistas, disposiciones, más informes preliminares, almuerzos de trabajo, rectificaciones al proyecto base, copias secundarias, reuniones corporativas, permisos, incidencias medioambientales, registros de gastos y supervisión de procedimientos operativos e implementaciones logísticas tanto paralelas como combinadas, reorganizaciones de las sinergias dimensionales, retracciones funcionales sostenidas y sustentables, proyecciones globales, redefiniciones de las estructuras presupuestarias, dinámicas balanceadas, rediseños y estudios de las ambivalencias estabilizadas... después de tantos años, Iñaki Arriola, el del vertedero de Zaldibar, y ahora consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transporte del Gobierno Vasco, y antes consejero de Medio Ambiente, y antes consejero de Obras Públicas del mismo gobierno, entre otros consejos y cargos... después de tantos años viene a decirnos que los plazos del insensato y ruinoso Tren de Alta Velocidad, que lleva, de momento, diecisiete años de retraso y 2.000 millones de sobrecostes «no estaban bien calculados porque se hicieron con el corazón».

La próxima vez, para eso tienen más experiencia, que los plazos los hagan con el culo.

(Preso politikoak aske)