Apareció la fumata bianca por la angosta chimenea portátil para anunciarnos que habemus papam. De nuevo americano, pero esta vez de los gringos del norte (Chicago); un cardenal agustino llamado Robert Francis Prevost que ha elegido como alias «León XIV», al declararse admirador y seguidor de la obra y doctrina de León XIII especialmente por ser uno de los fundadores de lo que se denomina «Doctrina Social de la Iglesia».Es de agradecer el conocimiento de los principios y valores que guiarán la futura práctica del nuevo santo padre. Existían dudas en la grey católica y entre tanto experto vaticanólogo, vaticanista y vaticaniano sobre si el nuevo papa sería continuador del «aperturista» Francisco o un «involucionista» hacia las políticas papales de los anteriores Juan Pablo II o Benedicto XVI. La declaración de León XIV despeja las dudas. La encíclica "Rerum Novarum" «Sobre la situación de los obreros» (sic) de su tocayo León XIII publicada urbi et orbi en 1891 intenta «determinar los derechos y deberes dentro de los cuales hayan de mantenerse los ricos y los proletarios, los que aportan el capital y los que ponen el trabajo»; ataca a «los socialistas, que atizando el odio de los indigentes contra los ricos, tratan de acabar con la propiedad privada de los bienes». Unos años antes había publicado otra encíclica monográfica, la "Quod apostolici muneris" «Contra el comunismo, el socialismo y el anarquismo», doctrinas que condena y donde tilda a sus partidarios de herejes y encarnaciones del mal. Ambas encíclicas defienden el derecho a la propiedad privada como derecho natural y la economía de mercado como sistema económico cristiano y orden natural de las cosas. Esta es la Doctrina Social de la Iglesia y no otra decretada a través de encíclicas gracias a la infalibilidad de los papas cuando hablan excátedra, es decir, en nombre de la Iglesia y no en calidad de persona privada. La rebeldía en privado, aun de poncho y con guitarra, un engañabobos. Al Jesús de los evangelios por no hablar excátedra lo crucificaron.