Floren Aoiz
Floren Aoiz
Idazlea, Iratzar Fundazioaren zuzendaria

Cuatro apuntes sobre la cultura de la violencia

Un golpe de Estado que se convirtió en una carnicería no por casualidad, sino porque había sido diseñado así para liquidar toda fuerza transformadora

1. La Constitución española de 1978 está firmada por un tal Juan Carlos Borbón, elegido a dedo por un tal Francisco Franco, quien se hizo con el poder en España tras un golpe de Estado que se convirtió en una carnicería no por casualidad, sino porque había sido diseñado así para liquidar toda fuerza transformadora, como puede comprobarse, por ejemplo, en Nafarroa, donde no hubo frente propiamente dicho, sino solo matanzas y represión brutal. No está de más recordar que el apoyo de la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini resultó decisivo para el triunfo franquista.

2. Los defensores de la transición entre el franquismo y esto que sufrimos ahora han recalcado hasta el aburrimiento que aquello se hizo «de la ley a la ley». El citado Borbón, para que nadie tenga la menor duda, afirmó al asumir su nombramiento como sucesor del dictador «la legitimidad política surgida el 18 de julio de 1936» y señaló que aquellos hechos habían sido «tristes, pero necesarios para que nuestra patria encauzase de nuevo su destino».

3. Todo lo que he señalado hasta ahora puede comprobarse fácilmente, se trata de hechos documentados, ocultados, silenciados, tergiversados, sí, pero a la mano de cualquiera que tenga interés. No hablo de la documentación destruida, ni de aquella cuyo acceso está vedado, sino de la de acceso público.

4. Cualquier persona con interés en estudiar culturas de la violencia en el Estado español tendría que tener los ojos muy cerrados para no reparar en las justificaciones y/o banalizaciones del vendaval de muerte, tortura, exilio, prisión, vejaciones sexuales, robos, ostracismo y terror que provocaron los golpistas de julio de 1936, aquellos hechos «tristes, pero necesarios» según el Borbón. Pues no, hay quien no ve este elefante pero sí encuentra cultura de la violencia en la música protesta de Euskal Herria en los años 80. No hace falta añadir nada, ¿verdad?

Search