Que dice Laurent Wauquiez que los extranjeros bajo orden de expulsión tendrían que ser traslados a Saint-Pierre y Mikelune, donde «hace 5 grados de media durante el año, 146 días de lluvia y nieve» y donde «serían inmediatamente arrestados de lograr escapar». La propuesta ha dejado helado a todo el mundo salvo a los propios isleños, que han respondido al portavoz de los Republicanos en el Parlamento francés recordándole que, si sabe contar, disponen de 219 días de buen tiempo y que, si continúa esforzándose así, más cretino quizá no, pero más xenófobo podría llegar a ser queriendo adelantar por la derecha al ministro de Interior en las primarias del partido. Una semana después de la visita de campaña de Bruno Retailleau en territorio vasco, Wauquiez se presentó en Biarritz en un mitin tras el que se lanzó a las redes sociales. «El País Vasco encarna esta Francia que amamos tanto, orgullosa y auténtica», publicó en X junto al símbolo de una tricolor y unas fotos del evento en las que no se veía una sola ikurriña. Lástima que no pensó en usar el emoticono de Saint-Pierre y Mikelune; allí hubiera encontrado una. O en pasarse ayer por Garazi; se habría topado con algunas más y con parte de esa Euskal Herria orgullosa y auténtica que lucha, entre otras cosas, para defender los derechos de aquellos a quien Wauquiez quiere expulsar. El extranjero aquí es él.
