Martxelo Diaz eta Aritz Intxusta Blog
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A quien le pica ajos come

Martxelo Díaz

En UPN están nerviosos. Muy nerviosos. Se les nota. Esta mañana mandaban una nota quejándose de que EH Bildu comenzaba la campaña «incitando al odio y a la violencia contra la presidenta del Gobierno de Navarra». Añadía que la coalición comenzó «pidiendo una bofetada para Yolanda Barcina y profiriendo insultos machistas y violentos».

Continuaban su nota reclamando que EH Bildu «pida públicamente perdón por sus comentarios machistas y violentos» y exigía que «abandonen de una vez por todas los discursos del odio y la violencia».

¿Qué habrá pasado? ¿Qué habrán hecho esta vez los de EH Bildu? ¿Qué habrán liado? Pues resulta que a los de UPN les molesta que en el mitin de arranque de campaña de EH Bildu la rapera La Chula Potra interpretase su canción "La bofetada", dedicada a Yolanda Barcina. Es una canción que ya está un poco vieja y que La Chula Potra ha interpretado en numerosas ocasiones. Como al final de esta manifestación multitudinaria de Kontuz pidiendo el fin de la corrupción. El origen de la canción es una denuncia del urbanismo salvaje de los tiempos de Barcina en el Ayuntamiento y, concretamente del derribo del Euskal Jai.

Hasta cierto punto, puede ser lógico que a Barcina le moleste la canción. No sale bien parada. Será por eso que la todavía presidenta de UPN, una férrea defensora de la libertad de expresión le interpuso una querella a La Chula Potra. Fue en el lejano año 2011. Ha llovido mucho desde entonces. Y el Ebro se ha salido media docena veces en Castejón. Quizá será por eso que no recuerden que el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Iruñea decretó el archivo de la querella, al entender que las expresiones de la canción no eran injuriosas.

El  viernes de la pasada semana también nos sobresaltaron los de UPN. Saltó la alarma de que unos jóvenes se habían encaramado al tejado de su sede en la plaza Príncipe de Viana para llevar a cabo una protesta. Salimos zingando hacia allá. Era una falsa alarma. Parece ser que había un grupo de jóvenes fumando en un balcón y cundió el nerviosismo. Están a la que salta. Por algo será.

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