Txoli Mateos
Txoli Mateos
Soziologoa

Pedir perdón

Parece que la extrema derecha es la que mejor aprovecha nuestras emociones, porque gran parte de su discurso se basa sobre todo en sentimientos de desconfianza y odio a lo que se percibe como una amenaza

En una entrevista realizada en este periódico, Pedro Vallín afirmaba que existe una obsesión absurda en España sobre el tema de pedir perdón y que esto forma parte de «un mundo moral preilustrado», porque en la política predomina la razón, y no la emoción. «Pedir perdón no sirve de nada».

Efectivamente, la actividad política es un cálculo racional sobre qué consecuencias se pueden derivar de la utilización de determinados medios. A eso se le llama actuar con responsabilidad política. Y todo el mundo apela a ella cuando busca adhesión a la postura que defiende. Pero en esos determinados medios, pueden tener cabida la emoción y los sentimientos.

Parece que la extrema derecha es la que mejor aprovecha nuestras emociones, porque gran parte de su discurso se basa sobre todo en sentimientos de desconfianza y odio a lo que se percibe como una amenaza: al puesto de trabajo, a la unidad nacional, a la homogeneidad lingüística, a la familia… Pero la izquierda y el nacionalismo vasco también saben utilizar las emociones como parte del trabajo político. El «maite zaituztegu» dirigido a los presos y presas políticos, la reivindicación de unas pensiones «dignas», la idea de poner «la vida» en el centro o una enorme ikurriña abriendo una manifestación, son solo algunos ejemplos.

Hoy en día la política se mueve en un terreno resbaladizo entre la emoción y la razón. Pero la expresión de las emociones solo está bien vista cuando viene de nuestro lado. Si no, se la descalifica como un mero cálculo político. Eso ha sucedido con la intervención (en euskera) de Iñaki Iriarte, parlamentario de Navarra Suma, pidiendo perdón a los familiares de Mikel Arregi, Germán Rodriguez y Mikel Zabalza por no haber sabido mostrar «cariño» ante su dolor. Las consecuencias de esas declaraciones todavía andan dando guerra. UPN no quiere reconocerse en ellas y no sé si los sectores cercanos a EH Bildu les han dado la importancia que merecen. ¿Iriarte no ha hablado sinceramente? Imposible saberlo, pero a mí me ha gustado esa parte de su discurso. Ojalá hubiera más de ese estilo.

Search