Un toro de Torrestrella que se ha quedado descolgado en el quinto encierro de estos sanfermines ha puesto el peligro y la emoción en otra carrera limpia que se ha saldado sin heridos por asta. El encierro ha durado 2 minutos y 47 segundos.
Jai Gunea bikain erantzuten ari da iruindarrek luzaroan egindako esparru propioaren eskakizunari, eta horren erakusle da beste gau batez leporaino bete zela. Gaur eguerdian Runa parkeko gunean egingo den gazte bazkarirako txartelak duela egun mordoxka agortu ziren.
Los políticos han demostrado ser un gran ejemplo a seguir, también en fiestas. A veces, ver las consecuencias de sus actos entre los juerguistas no es plato de su gusto. Pero, durante nueve días, no dirigen nuestras vidas.
Según los datos oficiales, hay un 14,3% más de turisteo sanferminero. El Gobierno se agarra a los datos recogidos en las oficinas de turismo, donde se ha atendido a 3.459 personas, frente a las 3.026 del año pasado.
Cariño, mucho cariño es lo que reciben los gigantes de Iruñea cuando acuden puntuales a su cita matutina con los Sanfermines. Mientras zaldikos, kilikis y cabezudos van despejando el terreno a vergazos, sus majestades se pasean por la ciudad rodeados por una multitud y sin recibir abucheos. No como otros.
La ingesta de alcohol, o la mera exhalación de sus efluvios, da pie cada año a frases muy míticas. Ante un chandrío como el que se montó en el inicio festivo de 1991, quedaba justificado todo exceso verbal. Como el de Maribel Beriain, concejal de Promoción Ciudadana muy popular en la época y que recientemente ha vuelto a la palestra al ser citada como testigo en el «caso Cervera».
Carmen Alba se unió al grupo de los de cagancho con sus particulares 100 metros lisos tras sentir muy de cerca los resoplidos del de Dolores Aguirre. Estos sanfermines los cargos institucionales están de capa caída.
Zinegotzi vs Karabinagre
Dos puestos de venta de ajos resisten ahora y siempre al paso del tiempo en la plaza de las Recoletas, conocida popularmente como de los Ajos, porque en sanfermines ha llegado a albergar hasta sesenta barracas en las que se ofrecían las preciadas ristras cargadas de cabezas.
Con una media de precio de tres euros el viaje, las barracas de Iruñea ofrecen adrenalina a tope en sus 81 atracciones, en las que los gritos y el electro-latino se mezclan con voces de aspirante a barítono que invitan a jugar a la tómbola o a comer churros a 35 grados.