En una situación inédita, el presidente español, Pedro Sánchez, ha abierto una reflexión de cinco días sobre su continuidad o no en La Moncloa, ante la situación creada por el ataque político-judicial a su esposa, Begoña Gómez. Este lunes concluye el plazo que se dio a sí mismo.
EDITORIAL: Seguir como si nada es un error que se pagará caro
Si las palabras tienen algún sentido, alguna referencia y algún valor, el Gobierno español no puede seguir como si lo sucedido estos días fuese un simple bajón anímico de su líder. Se denomine «lawfare», «emergencia democrática» o «golpismo judicial»; se sitúe su origen en la falta de ruptura democrática de la Transición española, en la Operación Catalunya o en las versiones castizas del Tea Party; se crea que Pedro Sánchez ha sido sincero o que todo era una maniobra, tras anunciar este que sigue y que va a plantar cara a la derecha, su Gobierno no tiene margen para seguir como si nada hubiera pasado.