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Miniglaciares artificiales, la solución de ganaderos para salvar sus rebaños

En el majestuoso macizo del Tian Shan, en Kirguistán, los ganaderos crearon unas colinas artificiales de hielo a modo de reservas para las recurrentes sequías. «Ahora ya no tendremos problemas con el agua», afirma uno de ellos junto a estos miniglaciares.

Erkinbek Kaldanov, cerca de los glaciares.
Erkinbek Kaldanov, cerca de los glaciares. (V. OSELEDKO | AFP)

Erkinbek Kaldanov, preocupado por sus ovejas tras los anormales picos de calor del año pasado, confía en que este año será menos difícil porque «cuando el glaciar artificial se funda, habrá agua para dar de beber al ganado y regar las tierras de Syn-Tash», su distrito. A sus pies se levanta un montículo de hielo de una veintena de metros de largo y cinco de alto. En el momento más duro del invierno, su altura llegaba a 12 metros.

Para levantar esta pequeña colina de hielo, toda la población trabajó durante dos semanas en otoño para desviar el curso de agua de un arroyo montañoso procedente de las cumbres a más de 4.000 metros de altitud del Tian Shan, en el norte de Kirguistán.

Este esfuerzo no hubiera sido necesario de no ser por la desaparición paulatina de los glaciares naturales de Asia Central, el principal recurso hídrico de la región, bajo el efecto del cambio climático.

Según un estudio de 2023 publicado en la revista Science, la aceleración del deshielo de estos glaciares, especialmente en Kirguistán y Tayikistán, llegará a su pico entre 2035 y 2055. A ello hay que sumar la falta de nieve, también debida al aumento de temperaturas, que no les permite regenerarse.

Menos agua

La magnitud del problema es evidente en las imágenes por satélite y recordada regularmente por la ONU. Todos los países de la zona se ven afectados, lo que alimenta los conflictos latentes entre estas repúblicas de Asia Central, que dependen todavía de un complejo sistema de repartimiento del agua heredado del periodo soviético y hoy obsoleto.

«El calentamiento climático afecta también a Asia Central. Hay menos agua cada año, las capas freáticas se vacían, las fuentes se secan y tenemos problemas con las pasturas», resume Aidos Yzmanaliyev, portavoz de los granjeros de Syn-Tash.

Es urgente encontrar soluciones, puesto que la agricultura representa cerca del 10% de la frágil economía de Kirguistán y dos tercios de su población vive en zonas rurales. En el norte del país, los problemas de agua ya provocaron tensiones sociales.

Con estos montículos de hielo, «nuestro principal objetivo es proporcionar agua al ganado, porque la mayoría de los 8.400 habitantes de las comunidades de Syn-Tash son agricultores o ganaderos», explica su dirigente local, Maksat Dzholdoshev. «Tenemos previsto construir dos o tres glaciares artificiales más para irrigar las tierras arables», añade.

Concepto simple

La idea y su realización son relativamente simples. «El agua es llevada a tres kilómetros desde una fuente en la montaña mediante tuberías subterráneas, después emerge como una fuente y se congela», resume Yzmanaliyev. El coste es bastante bajo, de unos 550.000 soms.

«Además de suministrar agua líquida a su fuente, el glaciar también hace bajar la temperatura ambiente y emite humedad, que se transmite a la vegetación de los alrededores», que servirá luego para el ganado, prosigue.

Este técnica, creada en el Himalaya indio, todavía está poco expandida a nivel mundial excepto en Chile y Suiza. Fue introducida en Kirguistán en 2020 por Abdilmalik Egemberdiyev, al frente de la asociación kirguisa de usuarios de pastos. «Actualmente tenemos 24 glaciares artificiales en el país y se van a crear otros», se congratula.