Sistemas de escape

Los paraísos terrenales son aquellos lugares que beben de la inspiración bíblica del paraíso celestial para prometernos, a base de esfuerzo y sacrificio, un lugar único que satisfaga todas nuestras supuestas necesidades. Ese lugar anhelado se crea de acuerdo a un imaginario colectivo que nos venden y que rige, en gran medida, nuestras pautas de consumo. El agotamiento es el elemento que nos hace merecedores de este premio prometido, esto se puede traducir en unas vacaciones a una isla paradisiaca o en una visita a un parque temático.
Hasta el 11 de noviembre se puede visitar la exposición “eventually, Eden”, de la artista Monica Mays (Madrid, 1990), en la galería Cibrián de Donostia. En un mundo acelerado y cada vez más complejo, la búsqueda de un paraíso, de un lugar perfecto y armonioso, sigue siendo una aspiración humana. La artista Mónica Mays nos invita a reflexionar sobre este anhelo ancestral, que historias hay detrás y que procesos de consumo, explotación y combustión conllevan. La galería se transforma en un jardín polimorfo, irresoluto y ambivalente donde encontramos esculturas, dibujos en gres y lienzos encerados. La artista abraza el concepto de paraíso para ponerlo en cuestión, replanteando las formas dóciles de jardines domesticados que suele adoptar. La búsqueda del paraíso se nutre de nuestro deseo de evasión y desconexión, para parar y no pensar.
Muchas de las piezas de Mays están suspendidas, sujetas a los muros de la galería, estas están compuestas de tubos de escape de automóviles, telas, cera de palma, cera de abeja, resinas, cartón, acero o cajas taxonómicas. Se crean conexiones improbables entre materiales de diferentes orígenes ligados a la conservación o el uso ritual. Los tubos de escape conceptualizan las obras y funcionan a modo de extensiones anatómicas. En inglés tubo de escape (exhaust system) hace referencia a un sistema exhausto, un sistema que combustiona y que la artista conecta con el agotamiento extremo. Por otro lado, encontramos unos cajones taxonómicos que son la base de sus esculturas, se trata de unos muebles con multitud de compartimentos que albergaban los gabinetes de curiosidades. Un espacio reducido que se nutría de la curiosidad hacia lo extraño y diferente, para luego transmitir una imagen reduccionista, limitada y aislada de las realidades exóticas. En la obra de Mays estos compartimentos están vacíos y nos evocan fundamentos de un paraíso disonante que se encuentra entre el auge y la caída.
Estas esculturas se acompañan de una serie de dibujos que evocan pequeñas pizarras y que llevan por título “Traction”. En ellos podemos ver las curvas de una montaña rusa en un parque de atracciones, lugares que aúnan el deseo y el miedo como método de distracción. A través de unas obras cargadas de simbolismo, Monica Mays nos aleja de la imagen idílica del paraíso para sumergirnos en una idea llena de contradicciones y ambigüedades, creando un diálogo entre la destrucción y la creación.
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