Gotzon Uribe
MÚSICA

Mustafa

“Dunya”, el título del debut en largo de Mustafa se traduce del árabe como “el mundo en todos sus defectos”. Podría ser un tema recurrente y con demasiado peso para un joven compositor, pero como ocurre con todos los temas centrales de la obra del artista sudanés-canadiense -desde la devoción religiosa al trauma infantil, desde la violencia de las bandas a la intimidad más romántica-, lo aborda desde una óptica personal. «Este disco encierra gran parte de mi vida», explica sobre el extenso álbum de 12 canciones donde mezcla géneros y estados de ánimo, entretejiendo detalles novelísticos en canciones folk.

Lo primero que llama la atención de la música de Mustafa siempre ha sido su forma de escribir: un tono sencillo y penetrante que puede hacer que cualquier historia parezca tan cruda y sincera como la letra de una canción de amor. Con una voz tranquila, ha pasado rápidamente de ser un niño prodigio recitando poemas en su Toronto natal a convertirse en un compositor entre bastidores para artistas como The Weeknd, Camila Cabello y Justin Bieber. Entre los colaboradores de su primer disco se encuentran Aaron Dessner, Rosalía, Clairo o Nicolas Jaar, además de Simon Hessmann, socio creativo de Mustafa, y su amigo y confidente Ramy Yousef.

«Trato de preservar y celebrar la vida ordinaria en el barrio», señala sobre su inspiración. Son canciones que exploran su educación y su trayectoria. En el punto álgido está el tema “SNL”, acrónimo de “Street N*gga Lullaby”, Mustafa canta en versos desgarradores exponiendo la singular voz de un compositor que cita tanto al rapero Future como a Adrianne Lenker, de Big Thief, entre sus principales influencias.

Ampliando los límites de su narración autobiográfica, Mustafa describe “Dunya” como un interrogatorio cariñoso de su práctica del islam, a la que se refiere como «la relación más larga y peculiar de mi vida». En “I'll Go Anywhere”, que cuenta con el sorprendente acompañamiento vocal de Rosalía -artista a la que Mustafa admira por su propia capacidad para mezclar diversas culturas y tradiciones en la música pop de vanguardia-, interpola una melodía que sus padres le cantaban de niño. «Dios y la fe son un puente hacia mi hermano, hacia mi familia», dice, en alusión a la trágica muerte de su hermano mayor, Mohamed Ahmed, en 2023. En los arreglos también destaca el oud, un instrumento de cuerda de Oriente Próximo que se integra perfectamente en la rica atmósfera del disco.

La fe y la familia, el hogar y la partida son temas que están presentes. Muchas de las canciones surgieron en forma de conversaciones con amigos y familiares, relaciones que mantuvo a lo largo de los años y otras que perdió. Este último tema se ejemplifica trágicamente en “Gaza Is Calling”, una balada arrolladora sobre un amigo de la infancia en el territorio ocupado. «Cada vez que digo tu nombre, hay una guerra que se interpone», canta, antes de concluir con una estrofa cantada íntegramente en árabe.


Soccer Mommy

Soccer Mommy es el alias musical de la compositora de Nashville, Sophie Allison, que comenzó su carrera siendo una adolescente compartiendo maquetas en Bandcamp. Siempre ha escrito con franqueza sobre su vida, haciendo de su proyecto una de las propuestas más interesantes y queridas del indie rock de la última década. En “Evergreen” -su cuarto álbum de estudio-, y tras experimentar una pérdida personal, surgieron nuevas canciones, reflexiones sobre lo que estaba sintiendo. Son once canciones grabadas en los estudios Maze de Atlanta con el productor Ben H. Allen III (Deerhunter, Belle and Sebastian) y donde Allison ha añadido sintetizadores experimentales, arreglos de cuerda y guitarras acústicas.