La Bruja Cósmica, la dama blanca del blues

Tal día como hoy, un 19 de enero de 1943 en Port Arthur, una localidad industrial de Texas, nacía Janis Joplin, considerada la primera superestrella del rock and roll con nombre de mujer, aunque ella siempre quiso sentirse solo cantante. Apodada como la Bruja Cósmica, la artista tejana pronto descubrió qué quería ser y abandonó por la música sus estudios de Bellas Artes. Atrapada por el blues, con ese torrente de voz tan poderoso que sigue transmitiendo todo, ahora se dice que sufrió desde la adolescencia un trastorno límite de la personalidad, pese a lo cual enamoró con su espíritu libre y rebelde a millones de personas. Su célebre frase «en el escenario le hago el amor a 25.000 personas diferentes, pero luego me voy a casa sola», apoyó esa imagen de chica triste que no encajaba. Eso sí, vivió como si no hubiera un mañana y para ella no lo hubo, aplicando el lema hippie de los años 60 que abogaba por “sexo, drogas y rock n’ roll”, en su caso regado con alcohol. Y, aunque no escondió su dolor, también sonrió mucho; no hay más que verla en concierto. En esta foto aparece junto a su último grupo, Full Tilt Boogie Band, en el Festival por la Paz en el Shea Stadium de Nueva York, el 6 de agosto de 1970. Murió dos meses después, con 27 años, dejando cuatro discos, uno de ellos póstumo, de los que perviven en el tiempo. Un legado eterno. Hoy, Joplin cumpliría 82 años, ojalá estuviera aquí.

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