XANDRA ROMERO
SALUD

¿Puedo comer carne?

Tras la desinformación que se ha propagado en torno al comunicado de la OMS sobre la carne y el cáncer, ¿qué conclusiones debemos sacar los consumidores? La primera recomendación es no caer en las sentencias alarmistas del tipo «tenemos que evitar toda la carne» o similar. En segundo lugar, entender de dónde viene la información. Se trata de la última evaluación de la “agencia especializada en cáncer”, el IARC, donde los expertos que han analizado los datos científicos disponibles hasta la fecha sobre dicha relación, concluyen que el consumo de carne roja es «probablemente carcinógeno para los humanos» dada su probable asociación con el cáncer colorrectal, pero también con otros tipos de cáncer. Asimismo, sobre la carne procesada, concluyen que es «carcinógena para los humanos», dado que existen suficientes evidencias científicas de que su consumo se relaciona con el cáncer colorrectal.

¿Y es cierto que el consumo de carne se relaciona más con el riesgo de padecer cáncer que el tabaco? Rotundamente, no. La propia OMS admite que mientras atribuye unas 34.000 muertes anuales por cáncer a las dietas ricas en carne procesada y unas 50.000 a las dietas ricas en carnes rojas, el tabaco causa cada año cerca de un millón de fallecimientos, el alcohol 600.000 y la contaminación del aire más de 200.000.

Más concretamente, el consumo de carne roja y carne procesada se relaciona con el 21% de los cánceres colorrectales y un 3% con el resto de cánceres. El tabaco, en cambio, está relacionado con el 86% de los cánceres de pulmón y con el 19% del resto de cánceres, según el ‘‘Cancer Research UK’’. Y aunque estamos al mismo nivel de convencimiento de que contribuyen a ello, que exista la misma evidencia no significa que implique el mismo riesgo.

Entonces, ¿se puede comer o no? Sí, la cuestión es cuánto. Para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por su consumo de carne procesada es pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida. Según los expertos, cada porción de 50 gr de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%.

Concretamente, según el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, no deberíamos tomar más de 300 gr semanales de carne roja, es decir, carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra. También la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) aconseja no consumir carne roja más de dos veces por semana. Pero la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética (ENIDE) concluye que en el Estado español se consumen 428 gr semanales, por lo que, efectivamente, se debe reducir el consumo.

En cuanto a la carne procesada, un estudio de la revista “BMC Medicine” recomendaba ya en 2013 tomar menos de 20 gr diarios de este alimento para reducir la mortalidad de la población. Actualmente ingerimos alrededor de 35 gr diarios.

Ciertamente es importante reducir nuestro consumo porque es elevado, pero recordemos que en cuestión de cáncer y alimentación, no es solo un nutriente, sino la interacción de varios de ellos (la dieta completa) la que actúa en diferentes procesos cancerígenos y que es capaz, por tanto, de reducir o aumentar el riesgo de ciertos cánceres.