Metidos de lleno en su cuarta década como una las bandas más inspiradoras e influyentes del pop británico, James se prepara para un nuevo lanzamiento. Su decimocuarto disco de estudio lleva como nombre “Girl At The End Of The World” y es una colección de canciones que nos muestra a una banda vitalista.

Es la continuación de una historia que se remonta al distrito de Whalley Range en Manchester, donde James se formó en 1982. Ellos no encajaban en ningún lugar en aquellos años, lanzaron dos EPs en el sello de Tony Wilson –Factory records– quien les hablaba en términos deportivos, equiparando la clase del grupo a la del holandés Johan Cruyff y su estilo del fútbol total en la década de los 70. Con la banda que más conectaron fueron con The Fall. Rebeldes como ellos, nunca aparecían sus rostros en las carátulas de los discos, incluso rechazaron ser la portada de la revista New Musical Express, algo que fue muy sonado en aquellos años.

Con todo, James fue un grupo que no supo jugar bien sus cartas para hacer el movimiento adecuado y dar el gran salto en el mundo del sombrío indie-rock de los ochenta. Lanzaron dos discos para el sello americano Sire y esperaron a que llegara su momento, pero este no llegó hasta la década de los noventa. Comenzaron a telonear a sus amigos New Order y más tarde se unieron a The Smiths en su gira de 1985 “Meat Is Murder”. El éxito masivo les llegó con el autofinanciado disco de directo de 1989 “One Man Clapping” y un poco después con “Sit Down”. El posterior disco de estudio, “Gold Mother” vendió 2 millones de discos y trajo otros trabajos como “How was it for you”, “Come Home” y “Lose Control” en la que fue una exitosa década.

Actualmente James es una banda que dignifica su estilo sin mirar al pasado. Hace dos años se retiraron a las Highlands de Escocia para escribir su disco “La Petite Mort” y en esta ocasión han vuelto a la misma fuente de inspiración. Allí, en el comedor de una casona del siglo XVIII, en medio del invierno, se dedicaron a capturar el espíritu que tradicionalmente se encuentra en el corazón de sus mejores canciones. Adecuaron una sala de ensayo, entre paredes de piedra crearon un bunker que les aisló durante tres semanas. Separados del resto del mundo, insonorizados y apenas sin cobertura en el móvil, los cinco comenzaron a improvisar las canciones que formarían el álbum.

El resultado de esas sesiones invernales se puede escuchar en un disco que reitera la inclinación del grupo para escribir canciones entusiastas e imprevisibles y siendo capaces de mantener un vínculo emocional perdurable con su público. El disco se mueve más allá, transciende de la colección clásica que acostumbra a servir el grupo, las texturas y los sonidos son frescos y contemporáneos. Son canciones que contienen los elementos, que han ayudado a la banda a vender 13 millones de discos desde su nacimiento en 1982, en una escena musical como la de Manchester, tan fértil, de donde también salieron importantes grupos en unos gloriosos años para la música británica.

CD AIPAGARRIA

Fiona Brice

“Postcards From” • Bella Union, 2016 • Género: instrumental

“Berlin” es el primer adelanto de la compositora y arreglista Fiona Brice. Podemos encontrar su mano en discos de John Grant, Placebo o Jarvis Cocker, entre otros. Como violinista ha actuado con Beyoncé, Kanye West o Robbie Williams. Este álbum es el primero en solitario y lo conforman diez canciones instrumentales para violín, violonchelo y piano cargados de aires cinematográficos. Cada canción está titulada con el nombre de la ciudad en que empezó a escribirla y transmite su estado de ánimo en ese momento.