En agosto de 2015, la cadena británica BBC transmitió un especial en memoria del setenta aniversario del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima. El documental dirigido por Mark Cousin, “Atomic: Living in Dread and Promise”, fue una de las piezas que emitieron. El grupo escocés de post-rock Mogwai creó la banda sonora prendado de la intensidad del film. Después rearmaron aquellos temas para publicar “Atomic”, su noveno disco de estudio. Publicado a través de Rock Action records, es la continuación de “Raves Tapes” su disco de 2014. “Atomic” es el primer álbum compuesto sin el guitarrista John Cummings, que dejó el grupo a finales de 2015 convirtiéndose en cuarteto. El disco, en su concepto, profundiza y se sumerge en la dura realidad de la fragilidad de la vida.

A lo largo de su carrera, Mogwai han perfeccionado el arte de la instrumentación para crear estados de ánimo en el oyente. Son maestros en trazar intensas estructuras sónicas para transportarte a otra dimensión. Dominan muy bien las sutilezas del sonido y entienden bien la idea de que la música puede ejercer mayor poder que las imágenes. “Atomic” es un caleidoscopio impresionista sobre los horrores de los tiempos nucleares –manifestaciones de protesta, la escala armamentística de la guerra fría, Chernobil, Fukushima–, pero también la belleza sublime del mundo atómico y una muestra de cómo los rayos X, los escáneres y las resonancias magnéticas han mejorado la calidad de vida de las personas. Mogwai encapsula la pesadilla de la era nuclear. Es el último de la serie de bandas sonoras que ha llevado a cabo el grupo recientemente, la continuación de la serie francesa “Les Revenants” y el documental “Zidane: A 21st Century Portrait”.

En ausencia de narrador, el director Mark Cousin necesitaba una poderosa voz que hablase del temor existencial y de la ansiedad. Necesitaba la música para contar su historia.

Cousins es un hijo de la era nuclear y en su adolescencia tuvo pesadillas con la bomba. Pero en la escuela la física era su materia favorita y estuvo a punto de especializarse en ella en la universidad. Aprender sobre el mundo atómico le excitaba. Por su parte, en palabras de Stuart Braithwaite de Mogwai «la banda sonora de Atomic es uno de los proyectos más intensos y satisfactorios que hemos asumido como banda. Desde que fuimos a actuar a Hiroshima y visitamos el “Parque de la Paz” este ha sido un tema muy cercano a nosotros. Estamos muy orgullosos con el resultado final».

El mayor logro de este trabajo es que se sustenta solo en la parte musical. Sus composiciones son un golpe, embísten al oyente pero sin causar daños y sin comprometer la sutileza operando en una espiral oculta. Mogwai demuestran una vez más que después de más de veinte años como banda son una bestia en constante evolución.

CD AIPAGARRIA

Cate Le Bon

“Crabe Day” •&flexSpace;

Turnstile, 2016 •&flexSpace;Pop

Cuarto álbum y una colisión de sentimientos inexplicables y difíciles de argumentar. Es una colección de canciones alocadas, su arte fuera de lo común escapa de la rutina diaria. Las voces tristes que aparecen en el disco siguen siendo una marca inconfundible en contraste con sus arreglos –guitarras secas, ritmos espasmódicos–, que van apoyando una musicalidad rica e intrépida. Al igual que su anterior trabajo este se basa en un fuerte estoicismo narrativo muy alejado de las melodías endulzadas. Una mujer que produce una resonancia emocional difícil de igualar.