XANDRA ROMERO
SALUD

Vitamina D, cáncer de mama y esclerosis

La vitamina D es una sustancia liposoluble (soluble en grasa) que sufre varias transformaciones en el organismo hasta convertirse en una forma activa biológicamente, por lo que tiene tanto función hormonal como función reguladora de procesos celulares.

A pesar de sus importantes funciones, aún no hay un acuerdo por parte de las diferentes sociedades científicas respecto a la ingesta diaria recomendada. Pero de momento sabemos que aunque esta varía en función de la edad, en general, se recomiendan entre 10-25 microgramos al día para mantener una buena salud musculoesquelética, aunque se desconoce aún si estas cifras son suficientes para asegurar los efectos beneficiosos de la vitamina en el resto de órganos.

Dado que actúa como vitamina y como hormona, cabe suponer que es de gran importancia una ingesta adecuada. Sin embargo, algunos sondeos realizados en diversos países indican que una gran parte de la población consume menos vitamina D de lo recomendado. De hecho, la insuficiencia de vitamina D está muy extendida y está resurgiendo como un gran problema de salud a escala mundial.

Tanto es así que un sondeo reciente en Alemania indicó que un 91% de las mujeres y un 82% de los hombres no alcanzaban la ingesta diaria de vitamina D recomendada. Otro sondeo de Estados Unidos mostró un marcado descenso del nivel de vitamina D en la sangre a lo largo de la última década.

Es por ello, que desde hace algunos años, el simple hecho de mantener unos valores adecuados de vitamina D, e incluso, su suplementación, está relacionándose con la reducción del riesgo de sufrir algunas enfermedades.

Al parecer, gracias a algunas de sus importantes funciones como es su contribución al funcionamiento normal del sistema inmunitario y respuesta inflamatoria sana, así como su participación en la división celular normal, recientemente se ha hecho público un avance que mejorará la efectividad de la quimioterapia para tratar el cáncer de mama.

Según la AECC, los datos de laboratorio muestran que los análogos de la vitamina D mejoran el efecto de la quimioterapia en un 20% y abren la posibilidad de nuevas estrategias terapéuticas para el futuro tratamiento del cáncer de mama. Esto permitiría mejores resultados clínicos, al reducir las sesiones de quimioterapia y de este modo, los efectos secundarios de la misma.

Asimismo, la vitamina D ha vuelto a ser noticia. Según una nueva investigación de la Universidad de Cambridge, se ha determinado que es capaz de reparar el daño nervioso en la esclerosis múltiple. Una proteína activada por la vitamina D podría estar implicada en la reparación de daño a la mielina (la vaina protectora que rodea las fibras nerviosas) en las personas con esclerosis múltiple.

El estudio, publicado en la revista “Journal of Cell Biology” ofrece una evidencia significativa de que la adición de vitamina D a las células madre del cerebro, donde esta proteína estaba presente, resultó en un aumento del 80% de la tasa de producción de los oligodendrocitos (células que fabrican la mielina). Demostrando así, que la vitamina D está involucrada en la regeneración de la mielina una vez que la enfermedad se ha iniciado.