XANDRA ROMERO
SALUD

Las patatas y su relación con la salud

La patata es una solanácea originaria de Sudamérica y cultivada por todo el mundo, aunque no fue hasta bastante después de la conquista española cuando se empezó a cultivar como planta alimenticia. Entre sus propiedades nutricionales cabe destacar que tiene numerosos minerales y vitaminas como: fósforo, hierro, calcio, potasio, yodo, zinc, magnesio, sodio, vitamina A, vitaminas del grupo B, vitamina C, vitamina D, vitamina E y vitamina K.

En cuanto al contenido calórico y los macronutrientes, en 100 gramos de patatas encontramos 73,59 calorías; 0,11 gr de grasa; 2,34 gr de proteínas; 2,07 gr de fibra; 2,70 miligramos de sodio y 15 gr de carbohidratos de los cuales 0,70 gr son azúcar.

Lo cierto es que es un alimento de gran riqueza nutricional y también de una gran versatilidad culinaria, pero no ha sido hasta hace poco cuando ha suscitado el interés de la comunidad científica. De modo que, en este último año sobretodo, varias investigaciones han intentado relacionar su consumo con nuestro estado de salud.

Uno de estos trabajos es el estudio de revisión publicado el mes pasado en la revista científica “American Journal of Clinical Nutrition”, que tiene como objetivo analizar la relación entre el consumo de patatas con el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular, debido a su alto índice glucémico.

Para esta revisión se analizaron concretamente trece estudios de entre los cuales la asociación entre las patatas –sin incluir las patatas fritas– y la adiposidad resultó neutral en dos estudios y fue positiva en otros dos. Por el contrario, el consumo de patatas fritas se asoció positivamente con la adiposidad en tres de tres estudios, es decir al 100%.

Para la diabetes tipo 2, dos estudios demostraron una asociación positiva, mientras que cinco estudios no mostraron una asociación negativa con la ingesta de patatas y diabetes. Para las enfermedades cardiovasculares, no se observó ninguna asociación.

De esta manera los autores concluyeron que los estudios identificados no proporcionan pruebas convincentes que sugieren una asociación entre el consumo de patatas y los riesgos de la obesidad, la diabetes tipo 2, o enfermedad cardiovascular.

En otra investigación que acaba de publicar la revista “British Medical Journal” durante 20 años analizaron los datos de más de 187.000 hombres y mujeres.

Tras examinar los resultados de las encuestas realizadas y de los historiales clínicos, los investigadores observaron que el consumo de 4 o más porciones de patatas –hervidas, al horno o en puré– a la semana se relacionaba con un riesgo mayor, en concreto, un 11% mayor de desarrollar hipertensión que quienes ingerían una o menos de una porción al mes. En el caso de las patatas fritas, las probabilidades ascendían al 17%.

No obstante, este tipo de estudio no puede certificar la relación directa entre causa efecto ya que se trata de un estudio observacional y siempre hay una posibilidad de que los resultados se expliquen por algo que no se ha tenido en cuenta.

Lo que podemos sacar en claro es que un solo estudio únicamente es una parte muy localizada de todo el conocimiento que existe sobre esa área. En este caso, sobre las patatas, aún queda mucho por estudiar, no obstante, conviene no exagerar su consumo, evitar las versión “fritas” y acompañarlas de vegetales.