MIKEL INSAUSTI
CINE

«Max Rose»

La película “Max Rose” se presentó hace tres años en el Festival de Cannes anunciada a bombo y platillo como la última interpretación de Jerry Lewis, pues de sobra es conocida la admiración que en el mercado francófono se rinde al genial cómico y cineasta estadounidense. De poco o nada sirvió, porque no encontró distribución debido a que las críticas no fueron muy favorables. Fue recuperada este mismo año, en el mes de abril, con motivo del homenaje que el MoMA de Nueva York rindió a Jerry Lewis por su 90 cumpleaños. Y a continuación fue estrenada en salas comerciales, con una paupérrima recaudación de 56.365 dólares. Pese a que el nonagenario actor, que se estrenaba en un papel dramático protagonista a la edad de 87 años, debe utilizar en la actualidad una silla de ruedas para desplazarse, no ha dudado en postularse para el Oscar que le falta. Siente que es su última oportunidad de conseguir la estatuilla, sin admitir que tiene todas las circunstancias en su contra.

El bueno de Jerry Lewis tiene otro frente abierto con su obra maldita “The Day the Clown Cried” (1972), que nunca se estrenó porque se adelantó a su tiempo y en los pases previos la osadía de hacer humor con los crímenes de guerra nazis no fue bien recibida. Jerry Lewis no deja que sea exhibida públicamente, por lo que el MoMA deberá esperar hasta su muerte para darla a conocer, así que de tener alguna recompensa sería a título póstumo. Tampoco ha querido entrar en demandas legales contra el italiano Roberto Benigni, que se apropió de su idea para desarrollarla de manera políticamente más correcta en la premiada “La vida es bella” (1997).

Lewis intervino como actor en una película ajena por última vez en “Funny Bones” (1995), realizada por el británico Peter Chelsom. Después de este trabajo anunció su definitiva retirada de la actuación, pero llegó el independiente Daniel Noah con su guion y le convenció para que volviera. Tras permanecer casi dos décadas en blanco, quiso probar otra cosa, porque no tenía que hacer de si mismo o de cómico. Podía interpretar por primera vez un personaje serio, el de un anciano pianista de jazz llamado Max Rose. Está inspirado en el abuelo del guionista y realizador que, con el nombre artístico de Bob Loewy, llegó a ser un reputado compositor y arreglista en los años 50.

Esa es la época que evoca “Max Rose”, y para recrearla musicalmente el oscarizado Michel Legrand ha compuesto una canción, con letra de Alan y Marilyn Bergman, titulada “Hurry Home”, y que interpreta al viejo estilo Melissa Errico. Resume muy bien el sentimiento nostálgico del protagonista, que se mezcla con la amargura por la pérdida de su mujer. Ya viudo, le entran las dudas sobre lo que creía había sido un feliz matrimonio de 65 largos años al encontrar un medallón con la inscripción “Eva, You are the Secret of my Heart”, con la fecha del 11-5-1959 y firmada por un tal Ben. El descubrimiento se convertirá en una obsesión de tal magnitud que comenzará a rebuscar entre los dibujos de la difunta para reconocer el rostro del supuesto amante. La familia lo verá como un caso de senilidad, y el músico terminará en un geriátrico, donde por lo menos coincidirá con otros veteranos del jazz compartiendo recuerdos y audiciones.

Daniel Noah ha querido sacar adelante una historia de su familia en un segundo largometraje que no ha encontrado la aceptación de las realizaciones de cineastas más consagrados cuando repiten la invariablemente exitosa fórmula de recuperar a una veterana estrella de la pantalla ya retirada.

Con Jerry Lewis no ha podido ser, y eso que le respaldan otros veteranos ilustres como Dean Stockwell, Claire Bloom, Ileana Douglas, Lee Weaver o Fred Willard.