MIKEL INSAUSTI
CINE

«Anthropoid»

El cine tiene unas casualidades asombrosas, y más de una vez viene sucediendo que coinciden en tiempo dos películas sobre un mismo tema, después de muchos años sin haber sido llevado a la pantalla. Hete aquí que en 2016 se han producido dos títulos que tratan el mismo hecho histórico, y así “Anthropoid” y “HHhH” recrean la operación Anthropoid que el ejército británico llevó a cabo con la colaboración de la resistencia checa en la II Guerra Mundial. Aunque “HHhH” también ha sido rodada en inglés, y tiene un reparto anglosajón encabezado por Rosamund Pike, Jack O’Connell, Jack Reynor y Jason Clarke, ha sido financiada en el Estado francés y dirigida por Cédric Jimenez. En cambio, “Anthropoid” es una coproducción del cine británico con el checo, al contar con las localizaciones reales en Praga. Estas dos nuevas propuestas no solo deberán competir entre sí, sino que además se enfrentan a otro par de precedentes que, por distintas razones, pueden ser considerados como clásicos. Sobre todo “Los verdugos también mueren” (1943), que Fritz Lang estrenó, con guion de Bertolt Brecht, al año siguiente de los acontecimientos. Para distanciarse de los mismos hizo una versión ficcional bastante libre, al contrario de la posterior “Siete hombres al amanecer” (1975), una realización de Lewis Gilbert más fidedigna, que protagonizaron Timothy Bottoms, Anthony Andrews y Martin Shaw.

“Anthropoid” está contada desde el punto de vista de la resistencia checa, por lo que no ahonda en la figura del líder nazi Reinhard Heydrich, al que se contempla como mero objetivo del atentado. Sí se da el mismo debate interno que se vivió entonces, y que sigue siendo asunto de discusión entre los historiadores. Los dos resistentes checos, dentro del grupo de siete, que ejecutaron el ataque contra el coche oficial, muestran las dos caras del debate, al igual que su par de colaboradoras. El sargento Kubis (Jamie Dorman) y Marie (Charlotte Le Bon) mantienen una relación más romántica, en consonancia con su idealismo y creencia de que la muerte del cerebro de la Solución Final ayudará a acabar con la ocupación nazi. No es así para el sargento Gabcik (Cillian Murphy) y Lenka (Anna Geislerová), que se centran en el plan en un sentido práctico, sin mirar más allá, porque la guerra nunca trae nada bueno y exige ser realista en toda situación de supervivencia.

Es difícil saber si la muerte del también conocido como El Carnicero de Praga, El Verdugo o La Bestia Rubia supuso un avance, ya que hay quienes sostienen que estratégicamente fue un error, teniendo en cuenta las represalias que provocó contra la población checa. Pero es cierto que Hitler, que mandó a su mano derecha a ocupar y gobernar Checoslovaquia a finales de 1941, tenía pensado trasladarlo a París para hacer allí otro tanto, de no ser por el atentado mortal de mayo de 1942. Los paracaidistas checos entrenados por la RAF cumplieron con su cometido, a pesar de que Heydrich, lejos de intentar huir de la emboscada a su coche oficial, se enfrentó a ellos pistola en mano, falleciendo una semana después en un hospital. La respuesta inmediata fue arrasar la localidad de Lidice, donde fueron asesinados todos sus habitantes, excepto los niños y mujeres enviados a los campos de concentración para su exterminio.

La película dedica su inicio a una parte documental con imágenes de archivo en blanco y negro sobre la ocupación militar, para pasar a la preparación del plan, que es mostrado en detalle. La tensión narrativa se deja para el momento del enfrentamiento armado, y la posterior huida de los miembros de la resistencia, que terminan acorralados bajo el fuego enemigo en la iglesia de San Cirilo, lugar que está perfectamente conservado y merece la pena visitar fuera de los circuitos de turismo cinematográfico que se organizan en Praga.