TERESA MOLERES
SORBURUA

Kalanchoe, una planta de interior fácil

Las Kalanchoe spp, esas plantas de hojas carnosas de color verde oscuro y cantidad de flores menudas muy decorativas, se han ganado desde hace varios años un lugar destacado entre las especies de interior. Las razones de su éxito se atribuyen a su fácil mantenimiento y a la larga floración, que se extiende de febrero a junio. Incluso algunos híbridos florecen a lo largo del año.

Las flores pueden ser simples o bien dobles recordando a rosas diminutas. La Kalanchoe necesita un lugar luminoso, mejor cerca de una ventana pero sin sol directo, y con una temperatura nunca inferior a los 8 grados centígrados. Debe plantarse en tierra ligeramente ácida y con buen drenaje. En Madagascar, su país de origen, crecen en terrenos arenosos e incluso pedregosos, por lo que sus hojas crasas son una adaptación para almacenar agua.

Aquí el riego debe ser moderado, manteniendo el sustrato algo húmedo durante la floración. Son plantas glotonas a las que hay que alimentar cada 15 días. Un fertilizante líquido, especial para flores en tiesto, es el apropiado. De junio a setiembre agradecen un lugar en el exterior, evitando los sitios muy soleados. El tiesto, siempre de barro cocido, hay que cambiarlo cada dos o tres años, aumentando su tamaño. El sustrato será una mezcla de 2/3 de tierra y 1/3 de arena gruesa o un cuarto de puzolana para mejorar sus condiciones drenantes.

A veces, después del segundo año de floración, la planta pierde su porte compacto y crece solo en altura. En ese caso, quizás, no merece la pena empeñarnos en su cultivo, mejor sustituirla por una nueva. Esta nueva planta, en el momento de la compra debe de estar cubierta con nuevos botones florales de los colores escogidos.

K. blossfeldiana es la más vendida en floristerías. De color blanco puro al rojo oscuro pasando por todos los tonos de naranja y amarillo, puede reflorecer en el mismo año pero su floración será menor. Preciosa es la K. fedtschenkoi, repleta de pequeñas flores rosadas que sobresalen de sus largas hojas dentadas y verdes. Otros híbridos de kalanchoes de floración muy abundante son Mirabella, Tessa y la espectacular Wendy, parecida a la K. fedtschenkoi.