BERTA GARCIA
CONSUMO

Responsabilidad social y empresarial

En el actual sistema económico, cada vez más globalizado, las empresas buscan el máximo beneficio a costa del mínimo costo tanto en la consecución de la materia prima como en la fabricación y distribución del producto. Con esta premisa por bandera, en la mayoría de países los derechos sociales, humanos y medioambientales quedan arrinconados.

Con frecuencia, como consumidores críticos, caemos en el error de culpar únicamente a los modos y medios de producción, sin reparar que todos somos co-responsables en el deterioro de la calidad de vida, también deseable a nivel global. La elección de los productos debería tomarse no solo en base a la calidad/precio, sino también en base a la calidad social de los productos mismos y a la conducta de las empresas que nos los ofrecen. Cada producto (o servicio), en su recorrido desde que nace hasta que deja de ser útil, lleva una huella que muchas veces implica problemas de alcance planetario de naturaleza social o medioambiental.

El consumidor es clave para que la empresa evolucione hacia prácticas cada vez más responsables socialmente, pues tiene en su mano poder actuar con criterio en la elección del producto, siempre que la información que se le proporcione sea veraz y completa. Por tanto, mediante la elección en su compra, contribuye a hacer del consumo un motor de justicia social y equilibrio ambiental. El vínculo entre la responsabilidad de consumidores y empresas deberá ser cada vez más fuerte en un contexto social y económico globalizado como el actual.

Por lo tanto como consumidores responsables tenemos el poder de influir en la marcha de la economía y del mundo, orientar el consumo consciente y responsable y fomentar actividades respetuosas tanto con la naturaleza como con las personas.

No hay que olvidar que en el cumplimiento de los códigos éticos, etiquetas sociales y demás compromisos publicitarios de la empresas que promueven una responsabilidad empresarial, las administraciones públicas juegan un papel importante verificando las cualidades que se venden junto al bien de consumo.