IKER FIDALGO
PANORAMIKA

Formas

Más allá de la multiplicidad de opciones que la contemporaneidad propone, el imaginario colectivo atribuye siempre al arte una presencia física en el espacio expositivo. Máxime cuando nos acercamos al campo escultórico del que esperamos que la forma asuma un deber narrativo capaz de sostener nuestro interés por la obra. Las fronteras de la escultura, disipadas ya desde la renuncia al pedestal o a la peana, encuentran a cada paso nuevos caminos por los que desviarse. Esta permanente búsqueda evita cualquier tipo de constricción y reivindica la instalación escultórica como un campo afín a su propio presente. Surgen opciones en las que, incluso cuando se renuncia al poder conceptual o la construcción de relato para centrarse en un diálogo matérico compuesto de múltiples capas, el interés de la escultura vira hacia sensibilidades mucho más cercanas a lo intuitivo o a lo gestual. El objeto desprovisto de contexto, alterado o despedazado reinventa su relación con el espacio y ofrece experiencias perceptivas que abandonan el lastre del título o de la cartela explicativa. La forma se vuelve protagonista, centro y periferia.

La galería bilbaina Carreras Múgica acoge hasta el 3 de marzo el proyecto “Ser dos” a cargo de la artista June Crespo (Iruñea, 1982).  Sin duda, se trata de una de las artistas más prometedoras de su generación, que vuelve por segunda vez a la sala de la calle Heros cuando se cumplen casi tres años de “Cosa y tú” en el año 2015. En esta ocasión Crespo presenta una serie de piezas que actúan como una instalación conjunta. Eminentemente asentadas en la horizontalidad, construyen varias capas de relación entre materiales, creando estructuras que gozan de una relación dinámica entre sí. La pared es el lugar donde construcciones de menor tamaño acuden al juego del equilibrio hasta llegar a propuestas como “El mismo calor” o “SH”, capaces de asumir un protagonismo indiscutible en el conjunto de las obras.

El Espacio Marzana de Bilbo presenta hasta el 23 de febrero “Fuera de sí”, a cargo de la artista Marina Núñez (Palencia, 1966). Su amplia y reconocible trayectoria marcada por su práctica surgida de la pintura, se ha caracterizado siempre por resultados digitales cercanos al 3D y por una línea conceptual afín a los discursos de género y las identidades femeninas. 16 obras de nueva creación conviven con algunas de su serie “Seísmos” (2016). Todas ellas giran en torno al retrato, insertándose en composiciones desplegadas, descompuestas o deconstruidas, en las que imágenes del cosmos tales como constelaciones o galaxias se entremezclan con texturas y pieles a medio camino entre lo orgánico y lo plástico.

Edu Hurtado (Valladolid, 1986), habita hasta el 25 de febrero la galería La Taller del barrio Solokoetxe de Bilbo. “Carbones de hogueras viejas sirven hoy para marcar los límites del juego” versa en torno a tres pilares principales en la práctica de Hurtado, el ritual, el cuerpo y el conjuro. El título que se refiere al texto de cierre de su primer poemario “La conducta de los animales” (que ha sido desarrollado también como pieza escénica), actúa como un elemento textual que convive con objetos, restos, huellas y procesos. Cultivando una línea difusa entre la intervención, el gesto y el dejar que las cosas sucedan, una atmósfera íntima pero inclusiva nos invita a formar parte de la apuesta expositiva.