ESTAMPAS

Viracocha, cuida de ellos

Esta es la Viracocha III, la balsa de juncos de totora trenzados con la que el aventurero estadounidense Phil Buck y su tripulación internacional intentan demostrar, por tercera vez, que los primeros habitantes de Sudamérica cruzaron el Pacífico, tocaron las islas de la Polinesia y llegaron hasta Australia. Construida en Bolivia por un grupo de indígenas aimaras en el lago Titicaca y sin ningún elemento metálico ni moderno, está equipada con velas de algodón y su botadura también ha sufrido un importante retraso debido a la rotura de parte de la estructura y a la climatología. Si todo fue sobre lo previsto –aunque no ponemos la mano en el fuego–, ayer la tenían que haber lanzado al mar desde la playa Chinchorro (Chile). A los tripulantes les esperan seis meses de navegación, alimentándose a base de patatas, tubérculos y pesca, como se supone que tuvieron que hacer los antiguos precolombinos, y en su horizonte hay una meta cercana pero muy peligrosa: rebasar la isla de Pascua. Los anteriores intentos, en 2000 y 2003, se truncaron allí precisamente. Se supone que se habrán encomendado al dios de las varas o Viracocha, la principal deidad andina, para no zozobrar a modo de “Titanic” artesanal. Nosotros lo hubiéramos hecho. Se les puede seguir en buckexpeditions.com y en las redes sociales.