IñIGO GARCIA ODIAGA
ARQUITECTURA

Sumatorio de opciones

El estudio dirigido por Rem Koolhaas, OMA, ha inaugurado su último proyecto: el edificio BLOX, nueva sede del Centro Danés de Arquitectura en el puerto de Copenhague. El edificio –situado en el barrio más antiguo de la capital danesa, concretamente en el distrito de Bryghusgrunden– cruza sobre la carretera de acceso al centro histórico de la ciudad, reinterpretando otros trabajos anteriores de OMA. El solar estaba dividido por una de las principales carreteras de circunvalación de Copenhague, de modo que se consigue transformar ese lugar dedicado al automóvil en uno para las personas; un espacio para atravesar se convierte en un espacio para residir, por lo que el proyecto ha sido explicado como un cruce de carreteras habitado.

A menudo, la ciudad requiere de grandes infraestructuras para su funcionamiento que, por lo general, colisionan con la vida urbana del ciudadano, máxime si se piensa en la vida peatonal del centro histórico de cualquier capital europea. BLOX es un edificio que recoge los desafíos infraestructurales de su contexto y los aprovecha para convertirlos en una oportunidad.

Tal vez uno de los mayores aciertos del plan sea su capacidad para aglutinar gran cantidad de usos de índole muy diversa, ya que contiene espacios de exposición, oficinas y lugares de trabajo, una cafetería, una librería, un gimnasio, un restaurante, veintidós apartamentos y un parking público subterráneo automatizado. Esta mezcla de usos concentra gran cantidad de actividad en torno al edificio, lo que le permite contrarrestar con mayor potencia los perjuicios de la carretera que cruza su interior.

La edificación se coloca a horcajadas sobre la carretera, lanzando conexiones entre ambos lados de la misma tanto por arriba como debajo de ésta. El puerto interior de Copenhague tiene una larga historia industrial y militar. En tierras ganadas al mar, el solar albergó en el origen un gran complejo industrial de la cerveza, que sufrió un incendio en la década de 1960. Desde entonces, el puerto se ha convertido en un espacio de oportunidad, con una representación lineal de los principios de la modernidad danesa, monumentalidad, simplicidad y cortesía.

La nueva construcción BLOX se suma a esta tradición y crea un espacio de encuentro en el frente del agua, entre la plaza de Kierkegaard y la ciudad. Su volumen cuadrado, posicionado directamente a lo largo del puerto, crea una pequeña ciudad pública contemporánea que destaca respecto de los edificios amarillos tradicionales del frente construido.

Si la mayoría de las manzanas de Copenhague son introvertidas e inaccesibles, BLOX por el contrario, absorbe la vida de la ciudad. Las rutas urbanas a través de sus calles conducen a interacciones inesperadas e impredecibles entre el edificio y la ciudad, conectando los diferentes museos, bibliotecas y sitios históricos del área cultural de Slotsholmen. Un parque lineal a lo largo del puerto, entre el nivel del agua y el de la pared del muelle llega hasta el edificio y el antiguo parque infantil existente en el lugar se incorpora también al proyecto, como un emplazamiento público reducido y adosado, que puede transformarse por la noche en un cine al aire libre y que actúa como vestíbulo público.

El exterior está marcado por un apilamiento de formas geométricas cúbicas en diferentes disposiciones. Las oficinas están contenidas en un anillo rectangular de la fachada de vidrio a la sombra, gracias al vuelo de las plantas superiores. Las funciones de la planta baja están ubicadas en volúmenes separados que generan aberturas que forman las entradas públicas y llevan la ciudad al centro del edificio. Los volúmenes de los apartamentos están fragmentados y se ubican en la parte alta ganando en privacidad, y sus terrazas ajardinadas rodean el gran lucernario cenital del Centro Danés de Arquitectura. Las texturas coloreadas de los vidrios que recubren el inmueble hacen un eco sutil a los tonos marinos del puerto, siempre presentes en la luz reflejada del agua. Desde un punto de vista técnico, el edificio es un compendio de tecnología aplicada a la sostenibilidad. Por un lado, está acústicamente aislado del ruido y de las vibraciones de la carretera con una construcción a modo de puente sobre la carretera y gracias a unas fachadas con un alto grado de aislamiento. Por otro lado, las fachadas de la oficina están completamente acristaladas para proporcionar una perspectiva generosa y reducir el consumo de energía eléctrica.

Se utilizó un equipo de iluminación de mínimo consumo combinado con luces muy puntuales para cada usuario, y tanto la iluminación como el sombreado de fachada se automatizan a través del control centralizado de la luz diurna. BLOX cuenta también con una planta de recuperación de calor de altas prestaciones que utiliza el sistema de calefacción y refrigeración de Copenhague basado en el enfriamiento del agua de mar y el uso de calor residual de la generación de electricidad.

Es precisamente ahí donde reside el valor de esta propuesta de OMA, en la suma de soluciones que aporta desde una escala urbana al inventarse un solar sobre la carretera hasta las soluciones energéticas que apuntan hacia una nueva mentalidad respecto del clima y la ciudad.