La producción artística es inherente a su tiempo. Los procesos creativos surgen como parte de un mundo compartido, de sociedades que se desarrollan a golpe de acontecimientos y de herencias culturales que pesan y condicionan cada uno de nuestros movimientos. Los pedestales de la cultura más elevada y minoritaria hace tiempo que dejaron de estar solos en los limbos de los expertos. El territorio del consumo y de la cultura popular es uno de los caminos que el arte contemporáneo atraviesa en sus derivas formales y conceptuales. Las membranas que separan el mundo del arte, publicidad, marketing o diseño dejan de ser espacios impermeables y, finalmente, se hibridan, entremezclan y unen creando nuevos enlaces, asociaciones y escenarios para su desarrollo. Este devenir es señal del momento vital al que pertenecemos en el que las formas de sobreproducción y difusión de la imagen han conseguido poner al mismo nivel la alta cultura y la cultura popular. En detrimento de la calidad o la creación única, la imagen pobre se reproduce constantemente perdiendo su lugar de referencia hasta el punto de no saber si hemos visto un cuadro antes en un museo o en un posavasos. De esta situación se vale el sistema del arte abriendo sus puertas a cuestiones como el turismo, el consumo rápido y la reproducción de lo icónico, convirtiendo fondos de colección y nombres de artistas en marcas y productos repicados en sus tiendas de regalos. La apropiación es en ambos sentidos y la potencia de lo visual acaba siendo causante de una gran parte de nuestras maneras de relacionarnos con la realidad más próxima.

“POP POP POP American Pop Art” es el título de la exposición que el pasado junio se inauguró en la Sala Kubo-Kutxa Aretoa del paseo de la Zurriola. Debido a su contenido y localización, estamos ante una propuesta de gran atractivo cuya iconocidad altamente identificable es por seguro uno de los grandes atractivos para paseantes y turistas. Hasta el 30 de setiembre podremos disfrutar de un centenar de obras de varias de las figuras más representativas del Pop Art americano.

Andy Warhol, Keith Haring, Robert Indiana, Roy Lichtenstein y Robert Rauschenberg son los protagonistas de un compendio de piezas y vitrinas con documentación entre las que se mezcla la cartelería, la obra original y el diseño de producto. Muy recomendable indagar en la figura de Keith Haring (EEUU 1958-1990) cuyas creaciones siempre aparecen muy relacionadas al mundo de la publicidad. En esta ocasión, esta muestra nos brinda la oportunidad de disfrutar de cerca de una de sus líneas de trabajo más interesantes. “Apocalypse” es una colección de piezas realizadas en colaboración con el escritor de la generación Beat William S. Borrough, que Hearing comienza cuando en 1988 le fue diagnosticado el Sida. Sin abandonar su trazo urbano y graffitero, cada cuadro trata una atmósfera oscura cargada de simbolismo y madurez creativa que parece contraponerse a la luminosidad despreocupada de sus personajes más conocidos.

Joana Vasconcelos, la artista portuguesa nacida en París en 1971, es la protagonista de “Soy tu espejo”, exposición que se podrá visitar hasta el próximo 11 de noviembre en el Museo Guggenheim de Bilbo. Esta retrospectiva debe su título a la canción “I´ll Be Your Mirror”cantada por Nico junto con The Velvet Underground. Piezas de nueva creación así como algunas de las más conocidas engrosan un elenco dominado por las formalizaciones de gran tamaño en las que entra en juego la habilidad de Vasconcelos para reinterpretar la realidad a través de texturas y elementos.