Toda la prensa especializada está haciendo el juego fácil de palabras con “The Favourite”, que se postula ya como una de las claras favoritas para los Oscar. Su triunfal carrera comenzó en la Mostra de Venecia, donde obtuvo el Gran Premio del Jurado y la Copa Volpi a la Mejor Actriz para Olivia Colman. Tanto en Gran Bretaña como en los Estados Unidos está nominada para la mayoría de premios anuales, y en los BIFA (British Independent Film Awards) cuenta con un total de trece nominaciones, incluida la de Mejor Película. Esto no es ni mucho menos nuevo o raro para una producción británica de época, pero sí para un cineasta griego, al que además se le tiene por un autor inclasificable y minoritario. La cuestión es que Yorgos Lanthimos ha acabado encajando en el cine anglosajón y, como Stanley Kubrick, empieza a demostrar que un genio con talento no pierde su personalidad dentro de la industria al manejar grandes presupuestos. El ejemplo es oportuno, debido a que la película con la que más ha sido comparada “The Favourite” es con el clásico “Barry Lyndon” (1975).

Los comienzos del joven Lanthimos permanecen inéditos, si bien su debut tuvo lugar en el año 2001 con “My Best Friend”, codirigida por su compatriota Lakis Lazopoulos. Su ópera prima en solitario fue “Kinetta” (2005), con la que no logró una repercusión internacional, reconocimiento que sí le llegaría con su segundo y magistral largometraje “Kynodontas” (2009), ganador de la sección Un Certain Regard en Cannes. Distribuido en nuestras pantallas como “Canino”, bastó para que se le considerara como un creador surrealista con un universo propio e iconoclasta. Con su siguiente “Alps” (2011) mantuvo intacto su merecido prestigio, recibiendo en la Mostra de Venecia el premio al Mejor Guion. Sus historias siguieron siendo igual de originales con su primera película rodada en inglés, y “The Lobster” (2015) se llevó el Premio del Jurado en Cannes. Su penúltima realización “El sacrificio de un ciervo sagrado” (2017) logró otra vez el premio al Mejor Guion en Cannes, además de hacerse con el premio de la Crítica en Sitges. Coincidiendo con su camino recién iniciado hacia los Oscar, prepara una serie de televisión en los EEUU con la actriz Kirsten Dunst, que se titulará “On Becoming a God in Central Florida” (2019).

Olivia Colman encarna a la reina Anne de Inglaterra, que gobernó a principios del siglo XVIII con problemas de salud y un carácter inestable próximo a la locura, lo que la obligó a delegar sus funciones en su favorita la Duquesa de Marlborough, interpretada por Rachel Weisz. Todo cambia con la llegada en 1705 de Abigail Masham, a la que da vida Emma Stone. Primero se gana la confianza de la favorita y enseguida la de la reina, con tal de recuperar los privilegios aristocráticos como baronesa perdidos por su padre en una apuesta.

Lanthimos dibuja un triangulo amoroso y de poder femenino, en el que se combina la atracción lésbica con el ascenso de la mujer en una corte patriarcal, aprovechando el vacío dejado por la manifiesta incapacidad masculina. Ellas dominan en los grandes y solitarios espacios palaciegos, que fueron rodados en Hatfield House (Hertfordshire).

El director de fotografía Robbie Ryan utiliza lentes anamórficas que distorsionan todavía más la perspectiva, con iluminación natural que permite filmar a la luz de las velas en las secuencias nocturnas. La diseñadora de arte Fiona Crombie ha desarrollado una estética cuadriculada basada en los suelos de mármol con baldosas blancas y negras como las de un tablero de ajedrez. La música clásica que suena es de Händel, Bach, Purcell y Vivaldi; junto con la de compositores más recientes como Anna Meredith, Luc Ferrari y Olivier Messiaen. En definitiva, “The Favourite” tiene el aire de una farsa histórica con los toques surrealistas y satíricos del cineasta griego y su tan peculiar humor fatalista.