La historia de Fontaines D. C. es muy reciente. Han pasado solo tres años desde que se conocieron en la universidad de Dublín y su pasión por la poesía y el rock les llevó a que su propuesta musical se asentara rápidamente. Tres singles de siete pulgadas fueron la carta de presentación de este grupo y sus intensos directos les han servido para progresar de manera vertiginosa. La autenticidad que esconden sus canciones no es una bravuconada juvenil, sino el reflejo sincero de su manera de pensar. La frescura que desprenden es clave para entender su estética. Dublín juega un papel importante y su emergente a la vez que legendario barrio The Liberties es el epicentro de sus rasposas canciones.

Al igual que ocurre en muchas otras ciudades, la gentrificación está reclamando constantemente vastas franjas de la capital irlandesa. El progreso y el coste cultural subyacente en su entorno es algo que les ha preocupado y ha ido alimentando gran parte del contenido lírico de Fontaines D. C., como esos personajes cuasidickensianos de la vida real, legendarios en su tiempo, pero que ahora se pierden en el folclore de la ciudad. El grupo habla de escribir sobre el romance moribundo de la urbe, la razones por las que aman su barrio, un lugar donde se desarrollan gran parte de sus vivencias.

Dejando a un lado la nostalgia, sus letras evocan a poetas como Kavanagh y Lynott, Chevron y MacGowan, incluso a Joyce en la expresión de lo universal y lo profundo. Plasman la experiencia humana a través del prisma de lo local, de lo familiar y lo real. Como Lou Reed hizo con Nueva York, Ray Davies con Londres o incluso The Smiths con Manchester, Fontaines D. C. escriben sobre lo que ven en su entorno y se impregnan de la esencia irlandesa de una manera romántica a través de sus melodías.

En sus canciones se puede descubrir todo lo mejor del arte irlandés. La intención de la banda está plenamente incorporada en el título del álbum: “Dogrel”. Su definición más académica se asemeja a la de un verso crudo de poco valor artístico. Las vivencias de los muelles, las fábricas y las casas antiguas aparecen reflejadas en sus temas. Es la poesía de la gente corriente, algo que estos jóvenes entienden muy bien. “Dogrel” es un ejemplo del trabajo de una banda actual de rock irlandesa. Escupe, gruñe y encaja con lo mejor de ellos, pero también anhela, como debe hacer la música del lugar.

En canciones como la tristona “Dublin City Sky” se une la lírica y la tradición poética, mientras se compara no solo con el mejor trabajo de MacGowan (The Pogues), si no con la angustia de la lectura atemporal de Luke Kelly (The Dubliners) de “On Raglan Road”. Este es un ejemplo de una de las grandes fortalezas de “Dogrel': su diversidad lo hace sentir menos como un debut y más como el trabajo de una banda curtida.

CD AIPAGARRIA

Josefin Öhrn and the Liberation

“Sacred Dreams” • Rocket Recordings, 2019 • Psicodelia/rock

“Sacred Dreams” es una amalgama sonora de psicodelia empapada en rock espacial y un soporte electrónico de cariz retro que marca una nueva dirección y un nuevo enfoque en la trayectoria de Josefin Öhrn. Desde el lanzamiento de su aclamado álbum “Mirage”, Josefin y su compañero Fredrik se mudaron de Estocolmo a Londres y crearon un nuevo grupo a su alrededor. Esta nueva banda está integrada por los guitarristas Maki (Go Team), Patrick C Smith (Eskimo Chain) y Ben Ellis, que trabajó con Iggy Pop y Swervedriver. “Sacred Dreams” invita a participar en el paisaje sonoro propio de la banda, un mundo construido con guitarras arrebatadoras, voces de otro mundo y totalmente impregnadas de capas de sintetizadores producidos maravillosamente.