MIKEL INSAUSTI
CINE

«The Witches»

El cine familiar corre peligro por culpa del malvado gigante Disney, así que es el momento de apoyar al resto de estudios que siguen apostando por estrenar en las salas de proyección, como Warner y su próximo lanzamiento de “Las brujas” (2020), treinta años después de la anterior adaptación homónima, seguramente desconocida para las nuevas generaciones, que de esta manera descubrirán el cuento original de Roald Dahl.

“Las brujas” (1990) fue dirigida por el británico Nicolas Roeg y producida por Jim Henson, gracias a que el rey de la animación con marionetas estaba interesado por las fantasías que combinaban imagen real con criaturas animadas, y esta historia tiene personajes humanos que se convierten en ratones y brujas con no menos capacidad de transformación. Estéticamente estaba influenciada por el éxito previo de “Las brujas de Eastwick” (1987), versión de la novela de John Updike a cargo del australiano George Miller, y cuyo mayor atractivo era el trío estelar formado por Michelle Pfeiffer, Cher y Susan Sarandon.

Para hacerles la competencia se contó con Anjelica Huston, quien en el rol principal de la Gran Bruja se enfrentaba a la cineasta sueca Mai Zetterling, como la abuela del niño protagonista. Quiere esto decir que este clásico del género era más fiel a la ascendencia nórdica del escritor galés, respetando su origen noruego, lo que no evitó un enfrentamiento de Dahl con Roeg y Henson, que modificaron el final haciendo que el crío volviera a su aspecto humano para no condenarlo a ser un roedor de por vida a causa del embrujamiento.

Todo esto cambia en “The Witches” (2020), un proyecto creado por el mexicano Guillermo del Toro, con la colaboración en el guion y la producción de su compatriota Alfonso Cuarón, mientras que la dirección corre a cargo del veterano maestro del género fantástico Robert Zemeckis, que lleva años experimentando con las nuevas tecnologías que mezclan seres de carne y hueso con creaciones por ordenador. El nuevo argumento se traslada a la Alabama racista de los años 60, haciendo que la familia amenazada por las brujas sea afroamericana. La abuela (Octavia Spencer) quiere proteger a su nieto Bruno (Jahzir Kadeem) de esas harpías, por lo que se lo lleva a la costa con la mala fortuna de que van a alojarse en el mismo hotel vacacional donde la Gran Bruja (Anne Hathaway) asiste a un congreso mundial de brujería.

La imaginativa literatura de Roald Dahl es oro puro para el cine, que encuentra en sus libros un filón inagotable y una garantía de entretenimiento de calidad, siendo muy difícil que de sus cuentos salgan malas películas. No deja de ser un arma de doble filo, puesto que el listón siempre está muy elevado, y Zemeckis viene de fracasar con su anterior “Bienvenidos a Marwen” (2018), que casi le cuesta al protagónico Steve Carell su prestigio actoral. No lo tiene más fácil con su anunciada versión de “Pinocho” para dentro de un par de años, teniendo en cuenta que el italiano Matteo Garrone ha salido exitoso de su otra recreación del cuento clásico de Carlo Collodi también con actores.

A Zemeckis no le queda otro remedio que ponerse a la cola de los otros muchos realizadores que han sabido transmitir a distintas generaciones infantiles y adultas el espíritu inmortal de las aventuras inventadas por Dahl, como por ejemplo Mel Stuart y Tim Burton, que han adaptado en distintas épocas “Charlie y la fábrica de chocolate”, o Brian Cosgrove y Steven Spielberg, que hicieron lo propio con “The BFG”, Joe Dante con “The Gremlins”, Henry Selick con “James y el melocotón gigante”, Danny De Vito con “Matilda”, Wes Anderson con “Fantastic Mr. Fox”, o Gavin Millar con “Danny y el campeón del mundo”.

Hay de sobra para todos los gustos, y la comparativa entre el “The Witches” de 1990 y el del 2020 no debería ser un obstáculo para gozar de un relato cargado de esas visiones tan extraordinarias que salían de la mente de un autor que pasó por muchos trances extremos como aviador.