Xandra  Romero
Nutricionista
SALUD

Fitspiration

Durante este 2021 me he propuesto desenmascarar la no inocuidad de algunos comportamientos y modas relacionados con el cuerpo y la comida. Si años atrás el modelo o ideal estético era la delgadez (cada vez más extrema) ahora es lograr un cuerpo musculado y tonificado. Recientemente ha surgido un nuevo concepto conocido como Fitspiration, que consiste en un movimiento online que han impuesto los influencers del segmento de salud y bienestar, y que promueve un estilo de vida “saludable” a través del ejercicio y la alimentación.

Sin embargo, un estudio conjunto entre la Royal Society for Public Health (RSPH) y el Young Health Movement indicó que, si bien las redes sociales han servido para un mayor entendimiento y preocupación por vivir experiencias saludables, también han motivado efectos negativos como la ansiedad, depresión, soledad, calidad del sueño, impacto en la imagen corporal y miedo.

Lo peligroso de todo esto, además de sus consecuencias físicas y emocionales, es que desde fuera es muy difícil darse cuenta de que alguien a quien queremos está inmerso en esta situación ya que como sociedad hemos glorificado la alimentación saludable y el ejercicio físico. Sin embargo, detrás de esto puede esconderse un trastorno de la conducta alimentaria que puede pasar mucho más desapercibido.

Buen ejemplo de esto es un estudio de 2018 llamado “Monitoreo de la alimentación y la actividad: vínculos con los trastornos alimentarios, el ejercicio compulsivo y el bienestar general entre los adultos jóvenes”, en el que tuvieron como objetivo explorar las relaciones entre el uso de aplicaciones de contar calorías y la actividad física con el ejercicio compulsivo, los rasgos de trastorno alimentario y otros aspectos psicológicos en adultos jóvenes.

Los resultados indicaron que entre los que usaban estas apps se encontraron más características del ejercicio compulsivo y de psicopatología de la alimentación. En el mismo sentido, estar expuesto continuamente a imágenes de fitspiration en las redes ocasiona terribles consecuencias sobre aspectos básicos del bienestar emocional de las personas. Así, varios estudios durante los últimos años han evaluado el efecto de esta exposición.

En 2015 se publicó el estudio llamado “Haz ejercicio para estar en forma, no delgaducha: el efecto de las imágenes de fitspiration en la imagen corporal de las mujeres”. Sus resultados mostraron que la exposición aguda a las imágenes de fitspiration condujo a un aumento del estado de ánimo negativo y la insatisfacción corporal y una disminución de la autoestima de la apariencia, siendo esto mediado por la comparación de apariencia.

En 2018 el estudio “Fuerte es el nuevo delgado: Un análisis de contenido de las imágenes de #fitspiration en Instagram” codificó un conjunto de 600 imágenes por tipo de cuerpo, actividad y objetivación en Instagram. Los resultados mostraron que la mayoría de las imágenes de mujeres contenían solo un tipo de cuerpo: delgado y tonificado. Además, la mayoría de las imágenes contenían elementos objetivantes. En consecuencia, si bien las imágenes de fitspiration pueden ser inspiradoras para los usuarios de estas redes, también contienen una serie de elementos que pueden tener efectos negativos en su imagen corporal.

Por último, el estudio “Fuerte gana a delgado: Desorden alimenticio y ejercicio compulsivo en mujeres que publican fitspiration en Instagram” pone el foco al otro lado de la pantalla, en las mujeres que publican este contenido, y encuentran que éstas, obtienen puntuaciones significativamente más altas en el impulso por la delgadez, la bulimia, el impulso por la musculatura y el ejercicio compulsivo. Casi una quinta parte de estas mujeres estaban en riesgo de ser diagnosticadas con un trastorno alimentario clínico.

A la luz de los datos debemos preguntarnos si el ideal estético “fit” al que parece estamos expuestos, ¿es una alternativa saludable a la delgadez extrema o el mismo lobo disfrazado de cordero?

A priori, puede parecer que la internalización del ideal estético “fit” es más saludable que la de la delgadez, sin embargo, estos estudios sugieren que la incorporación de la musculatura en un ideal de delgadez no mitiga la conducta alimentaria desordenada y los resultados afectivos negativos comúnmente asociados con la búsqueda de la delgadez.

Ver estas imágenes en las redes reduce el grado en que las mujeres sienten que los físicos idealizados son alcanzables y disminuyen la satisfacción con el estado físico propio y, hacia el otro lado, para algunas mujeres, publicar imágenes de fistpiration en redes sociales puede indicar conductas inadaptadas de alimentación y ejercicio.