Podría parecer cualquier lugar de Estados Unidos, pero no lo es. En realidad, esta imagen de artistas disfrazados de superhéroes que animan a un chaval que recibe la vacuna contra el covid-19 para niños de 5 a 11 años, está tomada en un gimnasio de la ciudad de San Juan, un suburbio de Manila. Sinceramente, el gesto de este niño filipino denota que está más pendiente del pinchazo de la enfermera que de los actores que le rodean. Un mes antes de que se tomara esta fotografía, los miembros del colectivo “Y si fueras tú” recurrieron a esta misma iniciativa para llamar la atención sobre la distribución de mercancías y alimentos a personas sin techo. La fundadora del colectivo, Océane Gaixet, iba vestida de Superman por las calles de Burdeos empujando un carro de supermercado. El mismo atuendo, algo mejorado, que el que lució el empresario José María Ruiz-Mateos en los años 80 tras la expropiación de Rumasa y se presentó de esa guisa en los Juzgados de Madrid asegurando que, «como en España no hay justicia», Clark Kent le había enviado el traje. Desde entonces, el “recurso” ha ido en aumento y eso que en nada llegan los carnavales y la invasión de personajes americanos de cómics y cine que afecta a todas las tallas y edades. Verán.