IRUDITAN

La vida en un móvil

(Omar Haj Kadour, Jade Gao, Angela Weiss, Hector Retamal y Bertha Wang | AFP)

A la misma hora, el mismo día, en distintas situaciones o en lugares diferentes miles o incluso millones de personas recurren a alguno de sus dispositivos electrónicos para idénticos propósitos. El de grabar, fotografiar cualquier cosa o inmortalizarse en incontables selfies es uno de los más habituales. Que las nuevas tecnologías llegaron para quedarse fue algo que se intuyó en cuanto esa red informática llamada internet consiguió la suficiente rapidez como para imponerse en el planeta y cambiarlo. Después, solo hizo falta llenar de aplicaciones esos teléfonos móviles para convertirlos en un artículo imprescindible, casi un apéndice de nuestros órganos que siempre está en nuestras manos, en nuestros bolsillos o en nuestros bolsos, y sobre todo en nuestras mentes.

Lo registramos todo, otro fenómeno global de la era digital. Esta pequeña mirada al mundo no hace más que confirmarlo: un sirio entre girasoles; durante la Semana de la Moda en Nueva York; fotos a la luna y la torre cerca de la Ciudad Prohibida; a un barco en Shanghai y bajo las linternas en Hong Kong en esos festivales asiáticos que anuncian la llegada del otoño que ya ha llegado y también será objetivo de nuestros móviles.