Jone Buruzko
IRUDITAN

Reciclaje

Fotografía: Luis Robayo | AFP
Fotografía: Luis Robayo | AFP

Esta fotografía está tomada en Buenos Aires. En ella, una mujer captura con su móvil el Obelisco –icono de la capital argentina con sus 67,5 metros– cubierto con bolsas de plástico de un solo uso como parte de una intervención artística en la víspera del Día Mundial del Reciclaje. Inevitablemente, estas bolsas recuerdan a otras enormes que inundan el planeta y que todavía a diario seguimos viendo aquí mismo, porque hay quien junta todos los desechos de la casa e incluye en el mismo envoltorio lo reutilizable, lo orgánico, el vidrio y hasta el cartón para introducirlo en el contenedor gris «porque es más cómodo». Acostumbrados al puerta a puerta o al quinto contenedor, aplicar la regla de las tres erres –reducir, reutilizar y reciclar– es una cuestión de sostenibilidad, y contribuir a reducir la degradación medioambiental, además, es más barato. Las bolsas compostables son gratis y algunos ayuntamientos rebajan la bonificación correspondiente a la tasa de basuras precisamente por reciclar. También se devuelven las cantidades estipuladas por realizar compostaje comunitario y compostaje en casa. Pensándolo bien, el Día Mundial del Reciclaje, que desde 2005 está asignado al 17 de mayo, para cada vez más personas es todos los días.