Mariona Borrull

«Dicks»

Josh Sharp, a la izquierda, y Aaron Jackson, a la derecha, protagonizan «Dicks», una comedia musical, premiada en el Festival de Toronto, que no deja indiferente a nadie.
Josh Sharp, a la izquierda, y Aaron Jackson, a la derecha, protagonizan «Dicks», una comedia musical, premiada en el Festival de Toronto, que no deja indiferente a nadie.

Trevor (Josh Sharp) y Craig (Aaron Jackson) son tan heterosexuales que no lo creeríais nunca. Lo son tanto, que no pueden dejar de arrancar sus mañanas con un número musical acerca de las altas capacidades de sus miembros reproductivos. Trevor y Craig, además, se gustan mucho. Se gustan tanto que solo pueden ocupar el top (de la empresa de fabricación de piezas de Roomba donde trabajan), que se obsesionan el uno con el otro y que creen a pies juntillas que son hermanos gemelos separados al nacer, aunque se parezcan cual huevo a una castaña. Se gustan, ya sea por narcisismo o incesto.

¡Qué más da! Lo que realmente importa es remediar el error trágico que los ha separado, la separación de unos padres absolutamente desquiciados. Papá (Nathan Lane), autoproclamado “hombre normal homosexual”, vive con sus dos novios en calzoncillos, un par de sewer boys (“chicos alcantarilla”) que llegaron del espacio y que están permanentemente empapados de baba y bilis. Mamá (Megan Mullally) hace tiempo renegó de los hombres y concedió la libertad a su vulva, que cobró vida y ganó alas como apéndice independiente por un uso excesivo del vibrador.

Devolver a la “normalidad” a esta familia de felices reformados puede ser misión imposible, pero como nos enseñó Lindsay Lohan duplicada en “Baile de gemelas” (Nancy Meyers, 1998), puede ser tremendamente divertida. Puede serlo, claro, si comulgáis con el poder transformador del humor negro y con unos números musicales, las ínfulas artísticas de un karaoke a las tres de la madrugada, aunque entre el reparto encontremos nombres como el de la rapera Megan Thee Stallion. Nota: si algo de lo que hemos apuntado hasta aquí les chirría, el día 26 yo les recomendaría asistir al otro estreno musical por excelencia, el concierto de despedida de Ryuichi Sakamoto que lleva por título “Opus”. Vale muchísimo la pena.

Sobre los “Dicks” -aquí traducido como “Rabos” aunque en inglés valga también por “Imbéciles”-, la pareja de cómicos Aaron Jackson y Josh Sharp son en Estados Unidos los Javis de aquí, sin el glamour y con extra de guarrería. Aquí escriben y protagonizan la adaptación de su propio musical de Broadway, “Fucking Identical Twins”, uno de aquellos espectáculos que devolvieron al barrio del cabaret algo del sense of wonder que parecía enterrado por la enésima repetición de “Wicked”. Gritémoslo a los cuatro vientos: tampoco la película les dejará indiferentes. En la Midnight Madness del Festival de Toronto, donde ganó el Premio del Público entre tantísimas otras cintas desquiciadas, les aseguro que no lo hizo.

Dirige Larry Charles (“Borat”) y firma el equipo de productores detrás de “El gran showman” bajo el paraguas de A24… Por siempre, “Rabos” ostentará el honor de ser el primer musical de la marca guay del cine indie estadounidense.