El escándalo PureTech llega a los juzgados
Motores Puretech con correa bañada en aceite. Es el quebradero de cabeza que padecen miles de propietarios de automóviles Peugeot, Citroën y Opel, y que les ha llevado a asociarse y a presentar su primera demanda en los juzgados.

Pocas serán ya las personas que no hayan oído hablar de los problemas que tienen los propietarios de coches de marcas como Peugeot, Citroën y Opel fabricados a partir de 2013 y equipados con motores de gasolina 1.0 y 1.2 Puretech de tres cilindros.
El problema radica en que a los ingenieros que diseñaron este motor se les ocurrió introducir la correa de distribución en el propio motor para que fuese bañada en aceite, con el objetivo de que el sistema estuviese mejor lubricado para mejorar la eficiencia del coche al reducir el rozamiento mecánico. Pero no se dieron cuenta de que las correas de goma no están preparadas para trabajar en contacto con el aceite (que puede contener restos de gasolina), por lo que finalmente terminan descomponiéndose.
Así, lo que ocurre con el paso del tiempo es que dicha correa se va deshaciendo, en algunos casos de forma muy rápida, liberando pequeñas partículas e incluso pedazos de goma que se extienden a todas partes del motor, provocando averías cuya reparación puede llegar hasta los 7.000 euros.
El síntoma más habitual de esta avería es la pérdida de presión del aceite, ya que los restos de la correa taponan los filtros del circuito de lubricación. Como consecuencia de esa pérdida de presión, el motor puede terminar gripando y, si se rompe la correa de distribución, provocar gravísimos daños en partes fundamentales del motor como pistones, válvulas, culata y cigüeñales.
Pero si esto de por sí es un problema grave, lo peor es que no existe solución para ello. Aunque la firma ofrezca cambiar la correa, la avería volverá a reproducirse, ya que se trata de un problema de diseño defectuoso. Eso sí, Stellantis asegura que las nuevas correas están fabricadas con un material que no se degrada con el aceite, aunque los afectados son escépticos ante este anuncio.
Los coches afectados se fabricaron entre los años 2013 y 2022 y pertenecen a los modelos Peugeot 308, 508, 2008, 3008, 5008, Rifter y Partner; Citroën C3, C4, C4 Space Tourer, C4 Picasso, C4 Cactus y Berlingo; DS 3, 4 y 7 Crossback; y Opel Mokka, Crossland y Grandland. Todos ellos, equipados con el bloque motor gasolina 1.0 y 1.2 Puretech de tres cilindros, en versiones de 82, 110, 130 y 155 caballos de potencia.
ASOCIACIÓN DE AFECTADOS
Los coches problemáticos comenzaron a fabricarse hace diez años, pero es en los dos últimos cuando los afectados han comenzado a unirse y han creado la Asociación de Afectados de Stellantis (Afestel), que agrupa a más de 6.000 usuarios y que ya ha presentado las primeras demandas contra la compañía.
Lo han hecho este mes de diciembre ante los juzgados de Vigo, donde la multinacional tiene su sede principal en el Estado español. De este modo, se inicia un proceso judicial con más de 100 demandas de conciliación, que debería llevar a la multinacional francesa a indemnizar a esos afectados con un importe total de 1,15 millones de euros.
De momento, lo que la compañía ha hecho ha sido ampliar la garantía del motor de cinco a diez años, y de 100.000 a 175.000 kilómetros, lo que implica que Stellantis se hace cargo de los costes del cambio de correa de los coches que se encuentren dentro de esos parámetros.
Eso sí, para beneficiarse de esa garantía, el propietario del vehículo deberá demostrar que ha seguido el plan de mantenimiento recomendado por la marca, que incluye precisamente la sustitución de la correa cada seis años o 100.000 kilómetros.
La presentación de la demanda en los juzgados de Vigo ha coincidido con la fabricación en la factoría de esa ciudad de la unidad un millón del Peugeot 2008, un modelo que ya dejó hace dos años de incorporar el motor con correa bañada en aceite. Según ha informado el fabricante, se trata de una unidad con motorización híbrida de 136 caballos de potencia y acabado GT, destinada a un concesionario de Iruñea.
Renault lanza el 5 Turbo eléctrico con 500 CV
Renault ha confirmado que en un par de años lanzará una reedición del mítico Renault 5 Turbo de los años ochenta, esta vez con propulsión eléctrica (y por tanto, sin turbocompresor), de nada menos que 500 CV. Será una edición limitada con chasis monocasco fabricado en fibra de carbono y dos motores traseros, uno a cada rueda, con los que consigue dicha potencia de 500 CV y una aceleración de cero a cien en menos de 3,5 segundos. Al igual que en las versiones originales, este nuevo Renault 5 también presenta una carrocería con una parte trasera muy ensanchada que llama mucho la atención.
El DS nº8, buque insignia de la marca, tendrá 750 kilómetros de autonomía
La marca francesa DS ha mostrado las primeras imágenes de su buque insignia, una elegante berlina de 4,82 metros de largo que no se llamará DS8 sino nº8, iniciando una nueva nomenclatura que continuará con el resto de modelos de la gama. Solo dispondrá de propulsión eléctrica, aunque en el futuro podría albergar también motores térmicos e híbridos. Tendrá tres versiones de potencia, de 230, 245 y 350 CV, esta última con un motor en cada eje, por lo que dispondrá de tracción total. Estos tres motores se combinarán con dos baterías, de 74 kWh y 97,2 kWh y autonomías que alcanzan los 750 kilómetros. La carrocería se caracteriza por un aspecto muy señorial, con una caída del techo al estilo coupé, mientras que el interior destaca por un salpicadero realizado en materiales nobles y un volante de cuatro radios en forma de X.




