Jon ORMAZABAL
Pelota

Jon Jaunarena recupera la sonrisa

Ezkurdia arrolló a Arretxe en un partido condicionado por la humedad.

Tras meses sin poder levantar la cabeza y deambular por los frontones en los partidos por parejas, el Manomanista ha rescatado al mejor Jon Jaunarena que ha recuperado la sonrisa y que ayer arrolló a un Iñaki Artola que vivió en el Urbeltz de Legazpi su peor tarde como profesional, tras una irrupción meteórica en la elite. Si todo en la carrera del alegiarra había sido hasta ahora un camino de rosas, como él mismo reconoció tras la disputa de su primer partido en el Manomanista de primera, tardes como las de ayer son un peaje obligado para aprender y seguir progresando.

Y es que, en estos nueve meses como profesional, nunca había sentido el de Alegi tanta impotencia como la padecida ayer ante un Jaunarena que, en su estilo, rozó la perfección. Fue un duelo entre delanteros clásicos, de golpeo largo y jugado a bote y el de Leitza se sintió muy cómodo jugando a pie quieto, mientras que el de Asegarce desesperó, incapaz de hacer mover a su rival.

El de Aspe, que rubricó el pleno de su empresa en esta primera jornada, pegó mucho con su derecha hasta forzar el error de su rival, se defendió de maravilla cuando le tocó hacerlo de zurda y, sobre todo, restó maravillosamente, siempre a bote, sin conceder una sola oportunidad a Artola de poner en práctica el saque-remate. Aunque dijo no tener ninguna molestia, la derecha tampoco le funcionó.  

Desastre en Oion

El sentido homenaje de su pueblo a Clemente Arroyo, «Panaderito de Oion», se vio empañado por la humedad que se concentró entre el cuadro 4 y 5 y condicionó el festival que con tanto mimo habían preparado.

Ni cambiando sus zapatillas con Pablo Berasaluze pudo Arretxe mantener la verticalidad en la cancha y un Joseba Ezkurdia que se amoldó mucho mejor le pasó por encima en un partido de triste historia y que, probablemente, no debía haberse disputado en esas condiciones.