Jon ORMAZABAL
Pelota

Jaunarena o el extraño caso de Dr Jekyll y Mr Hyde

El de Leitza comenzó muy atado, pero reaccionó para remontar un 10-2 adverso con 20 tantos seguidos.

BEROIZ 10

JAUNARENA 22


En una especie de resumen de lo que han sido estos últimos meses, el frontón azul de Zalla vio ayer las dos caras que ha venido ofreciendo Jon Jaunarena. En la primera mitad del choque vimos al pelotari atado y cabizbajo que deambuló por el frontón y que caía por 10-2. Sin embargo, en un instante, se liberó de la presión, comenzó a soltarle a la pelota con las dos manos y, sin excesivas florituras, pasó por encima de un Mikel Beroiz que pocas veces antes habría encajado un parcial de 20-0 como el que le infligió el de Leitza.

Si Robert Louis Stevenson hubiera estado ayer en el Mimetiz, su famosa novela de finales del siglo XIX probablemente hubiera podido tranquilamente haber variado su nombre, porque si la idea de la dualidad del ser humano era uno de sus principales quebraderos de cabeza, con la necesidad de incorporar las ideas del bien y el mal en una historia como reto, el partido de ayer del Manomanista pudo haberle ayudado lo suyo.

En este caso sería el mal y el bien, porque esa fue la trayectoria seguida por el delantero de Leitza en su tercer partido de este Manomanista. En la primera docena de tantos el navarro no se pareció en nada al pelotari que arrolló a Altuna en la previa y a Artola en Legazpia.

Atado e incapaz de gozar una sola pelota, un sólido Mikel Beroiz le hizo mucho daño, sin grandes excesos, pero moviéndose bien en la cancha y con recursos a la hora de echar las dejadas. Tampoco tuvo suerte el de Aspe en una pelota que su rival levantó claramente al segundo bote y el partido se le puso muy cuesta arriba en el 10-2.

En los 67 pelotazos cruzados, Mikel Beroiz solo había tenido que entrar una sola vez de aire, con lo que se encontró muy cómodo en la cancha. Sin embargo, sin extraños brebajes de por medio, algo en la mente de Jaunarena hizo click, se soltó de todas sus ataduras, comenzó a soltarle a la pelota con las dos manos y el guión del partido cambió por completo.

Cruzar y cruzar la pelota

Sin llegar a acercarse a la exhibición de recursos y exquisiteces de la víspera en el Labrit, Jon Jaunarena encontró el juego de sus dos últimas apariciones y, a base de pegar y pegar, de cruzar y cruzar la pelota a la pared izquierda, desbordó por completo a un Mikel Beroiz que ya no estaba tan a gusto cuando su rival le hacía moverse de un lado al otro de la cancha.

Sin necesidad de arriesgar en el remate, los tantos fueron cayendo uno tras otro sin cesar y el de Aspe subió otro peldaño que le lleva a Urrutikoetxea.

Duelo de estilos en el Beotibar tolosarra

La segunda jornada del Manomanista se cierra esta tarde en el Beotibar tolosarra, que vuelve a acoger un festival un lunes por la tarde, de la mano de Asegarce, con un festival que arranca a las 17 horas con un Olaetxea-Albisu / Artola-Untoria como telonero. En el estelar, Zubieta y Altuna III se juegan el pase a cuartos de final, donde espera Aimar Olaizola.

Será un duelo de estilos muy diferentes, en el que el delantero de Amezketa tratará de hacer con Zubieta lo mismo que hizo hace una semana en Nájera con el otro zaguero finalista del Parejas, sacar largo y aprovechar la exquisita técnica de su zurda para hacerle daño con el saque-remate. El de Amezketa lo bordó ante Untoria y habrá que ver si Zubieta es capaz de encontrar algún antídoto. A pesar de su falta de resultados, el de Etxarri insiste en que la del Manomanista es una distancia que siempre le ha gustado. Rezusta lo hizo el viernes con Xala y el de la Sakana no querrá que el de Bergara sea el único zaguero en cuartos de final.J.O.