Ramón SOLA - Iker BIZKARGUENAGA - Iñaki IRIONDO

Diez conclusiones... de mitad de campaña

La campaña para unos comicios que pueden cambiar sustancialmente el mapa político del país cruza hoy el ecuador y afronta la segunda semana. Es buen momento para extraer algunas conclusiones sobre dónde se sitúan las claves, las novedades, las sorpresas en su caso, lo que se ve y lo que se intuye.

Las elecciones del 24M son las más complejas de las que se suceden en Euskal Herria, debido a la superposición de planos: en Nafarroa se decide prácticamente todo, en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se decantan las juntas y las posteriores diputaciones, y además está en juego la inmensa mayoría de los ayuntamientos del país. Esta dispersión hace complejo seguir el cuadro general. GARA extrae estas diez claves de esta primera mitad de campaña.

1.El conflicto está out, fuera de campaña, tanto en lo que se refiere a las consecuencias como a las causas. A algunos partidos obviamente no les interesa hablar de ello. Y quienes sí lo tienen en su agenda parecen conscientes de que abordarlo en este momento de pugna brutal por el voto no genera ninguna dinámica constructiva. Así se ha visto en el caso del derecho a decidir, con la respuesta desabrida de Markel Olano al planteársele la cuestión en ‘‘Argia’’ («No hay condiciones»). De hecho, PNV y Sortu han aparcado la búsqueda de acuerdo sobre las consecuencias del conflicto hasta pasadas las urnas. Así que el tema del conflicto no está, pero se le espera. Ahí están las puertas abiertas por el comunicado de ETA sobre el desarme, el pasado jueves. O la inminente fase clave del proceso catalán.

2.En consecuencia, la cuestión socioeconómica se impone en el panorama electoral con una dimensión que jamás había tenido. Una gran parte del debate entre los partidos se centra en aspectos como las políticas sociales, la fiscalidad, la infraestructuras o el mal uso del dinero público (en su doble vertiente de despilfarro y corrupción). Así las cosas, predomina el choque derecha-izquierda, dos modelos en la actualidad abanderados por PNV (en la CAV)-UPN (en Nafarroa) y EH Bildu (en los cuatro herrialdes). Una pugna equiparable a la que impera en el conjunto de Europa en este siglo XXI.

NAFARROA

3.UPN está optando más por esconder que por mostrar. Ha difuminado completamente su historia reciente, tanto en caras (ni Yolanda Barcina ni Miguel Sanz aparecen) como en contenido (la gestión del pasado es tabú). El buque insignia del régimen se encomienda exclusivamente a Javier Esparza, un cabeza de lista con poco lustre y más solo que la una, prácticamente sin más bagaje que un flamente autobús, una gira inacabable por toda la geografía foral, un lema estruendoso («Navarrísimo») y un ramillete de promesas bastante inverosímiles. ¿Le bastará para evitar la deserción de miles de votos?

4.La posibilidad de vuelco sigue ahí, pero de momento no toma forma una alternativa de gobierno si salieran las cuentas. La campaña no ha ofrecido hasta ahora ningún indicador de unidad de acción entre EH Bildu, Geroa Bai, I-E y Podemos, sino más bien algunos mensajes que intentan poner condiciones al resto. Mirado en positivo, lo que está claro es que a cualquier votante que quiera tumbar a UPN no le van a faltar opciones entre las que escoger, cada una con sus matices, grados de compromiso y posibilidades de incidir. Es probable incluso que siga habiendo una gran bolsa de «indecisos por el cambio», esperando a esta segunda semana.

GIPUZKOA

5.Había pocas dudas antes de la campaña, y ahora ya no hay ninguna. El PNV intentará desalojar a EH Bildu de la Diputación y el Ayuntamiento de Donostia si los votos le dan la opción. Todos los mensajes de Markel Olano y Eneko Goia remarcan que es «imprescindible» y no ponen ninguna condición para ello a PSE ni PP. Denis Itxaso (PSE) incide también en que Gipuzkoa necesita acuerdos –mensaje dirigido al PNV y no a EH Bildu– y Juan Carlos Cano (PP) ha dejado de decir que los candidatos jelkides «apestan» por el «caso Bidegi». El plan de asalto se va engrasando, de modo tan explícito que hasta puede ser contraproducente.

6.En Gipuzkoa, EH Bildu compite contra esta realidad y también contra sus excelentes resultados de 2011. Más allá de que retenga o no las dos principales instituciones y algunos ayuntamientos dudosos, el 24M será el test que confirme hasta qué punto sus posiciones políticas y sociales tienen apoyo ciudadano mayoritario, eso que se llama centralidad, por encima de las proyecciones muchas veces distorsionadas de rivales políticos y mediáticos. Su discurso está siendo más social, más pegado a las preocupaciones básicas y al azote de la crisis.

BIZKAIA

7.Es a priori el herrialde donde las cosas están más claras. Todas las encuestas dan vencedor al PNV tanto en Juntas Generales como en Bilbo, y quizá por eso el perfil que están manteniendo los candidatos jeltzales está siendo muy bajo. Tanto Unai Rementeria como Juan María Aburto saben que desde su posición privilegiada lo único que pueden hacer es ir a peor, y por eso están tratando de esquivar cualquier charco, con una campaña sosa y conservadora. De hecho, la única ocasión en que el alcaldable jelkide se ha salido del guión, a cuenta de los abonos a los toros y la ópera, ha salido trasquilado.

8.En el lado opuesto, EH Bildu interpela constantemente a la formación jeltzale buscando un debate que permita confrontar proyectos. La coalición soberanista está centrando la campaña en desmontar el modelo de gestión del PNV, haciendo hincapié en aspectos como las grandes infraestructuras, el ámbito energético, el despilfarro, etc. En este contexto, la decisión del administrador concursal de Karrantzako Minda de calificar como culpable el concurso y solicitar a excargos del PNV indemnizaciones millonarias, y la apertura de juicio oral contra Gonzalo Riancho, que concurre en la plancha del PNV por Muskiz, por un delito de prevaricación, pueden calentar la última semana de campaña.

ARABA

9.La igualdad que las encuestas auguran a PNV, EH Bildu y PP está haciendo que Araba se haya convertido en uno de los herrialdes donde más se está concentrando la actividad de los partidos. La distribución demográfica del territorio, en el que el 75% de la población se concentra en la capital, hace que la batalla por Gasteiz sea crucial después para hacerse también con la Diputación. Y en esa pugna se mezcla la habitual lucha entre siglas con el hecho de que se ha abierto una brecha que parece insalvable entre el alcalde y candidato del PP, Javier Maroto, con el resto de candidaturas.

10.Todos los grupos de la oposición se pusieron de acuerdo en su momento para dar públicamente la espalda a Maroto, al entender que en sus acusaciones xenófobas había traspasado la línea roja de la decencia política. Sin embargo, no está claro que después de las elecciones eso pueda traducirse en una acción concertada. En los ayuntamientos, para desbancar a la fuerza más votada, es preciso que otro candidato obtenga la mayoría absoluta de los concejales. Por ello sería importante agrupar el voto popular en quien pueda ganar al PP.