Una jornada de serio castigo para todas las bolsas después de que China devaluara ayer, por segundo día consecutivo, el yuan. China intimida a los mercados con esta medida pensada para fortalecer sus exportaciones y recuperar el buen tono perdido de su economía. Pero el buen fin perseguido por el gigante asiático entra en colisión con las modestas expectativas de mejora de la economía mundial y abre la puerta a una guerra de divisas, en la que los países tratan de no perder el efecto beneficioso de sus ventas al exterior sobre el déficit, la propia balanza comercial y la demanda interna. Los analistas creen, además, que este movimiento de Pekín obstaculiza la subida de los tipos de interés en Estados Unidos, ya que podrían verse dañadas sus exportaciones, mientras que China tenderá a aumentar todavía más sus ventas de materias primas y manufacturas.

Así las cosas, la rebaja adicional del 1,62% del cambio del yuan con el dólar, después del recorte previo de un 1,9% el martes, colocó a los índices europeos en un callejón sin salida. El Ibex acabó en los 10.880,10 puntos, tras perder un 2,44%, su mayor caída en mes y medio. Los desplomes fueron más rotundos aún en París (-3,40%) y Fráncfort (-3,27%), golpeados por el peso de las firmas exportadoras.

En el Ibex, Abengoa (-8,95%), IAG (-5,04%) y Gamesa (-4,79%) lideraron las pérdidas. Entre los grandes, el más perjudicado era Inditex (-4,21%), presente en China con cerca de 500 tiendas. Santander, BBVA y Telefónica se dejaron más de un 2,20%. Solo Técnicas Reunidas (+0,11%) acabó al alza. En París, LVMH, L’Oréal y Airbus sufrieron los mayores derrumbes al bajar más de un 5%. Las acciones de Technip (+0,72%) escaparon de la quema.