GARA
parís
ELECCIONES EN EL ESTADO FRANCÉS

El Frente Nacional no consigue la victoria en ninguna región

El ultraderechista Frente Nacional no logró la victoria en la segunda vuelta electoral en el Estado francés ni siquiera en las tres regiones en las que tenía más apoyo: Nord-Pas de Calais-Picardie, Provenza-Alpes-Costa Azul y en Alsacia-Lorena-Champaña-Ardenas. Los Republicanos se impusieron en siete, frente a las cinco que conserva el PS.

La extrema derecha francesa no consiguió ayer conquistar ningún Gobierno regional en la segunda vuelta de las elecciones en el Estado francés, pese a haber mejorado en número de votos los resultados de la primera, en la que fue la formación más votada en seis de las trece circunscripciones. Los Republicanos de Nicolas Sarkozy se impusieron en siete y el Partido Socialista (PS) de François Hollande logró conservar cinco.

La movilización ciudadana, con una participación que rondó el 60%, dio la vuelta a los resultados de la semana pasada, y evitó que los ultraderechistas escaparan de su limitación histórica, la de superar el 50% de los votos en una segunda ronda.

Pero ninguno de los candidatos del Frente Nacional (FN) que lidera Marine Le Pen consiguió ganar en la segunda vuelta, por lo que la formación ultraderechista seguirá sin controlar ninguna región, algo que no ha logrado nunca. Fue derrotado en las tres en las que tenía más apoyos con vistas a la segunda ronda, Norte-Pas de Calais-Picardie, Provenza-Alpes-Costa Azul y en Alsacia-Lorena-Champaña-Ardenas, donde el PS retiró sus candidatos en favor de Los Republicanos para impedir la victoria de la extrema derecha.

La candidata Marine Le Pen habría obtenido el 42% de los votos en Nord-Pas de Calais-Picardie, apenas dos puntos más que en la primera vuelta. El exministro derechista Xavier Bertrand, que se apresuró a proclamar su victoria, se aprovechó de la retirada del candidato del PS y habría recogido el 57,7%.

La diputada Marion Maréchal Le Pen, sobrina de la líder del FN y otra de las opciones más fuertes que barajaba el partido para conquistar la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, se habría quedado a 7 puntos del también exministro derechista y alcalde de Niza, Christian Estrosi, que habría ganado con el 53,5%.

La extrema derecha tampoco conquistó la región de Alsacia-Lorena-Champaña-Árdenas el número dos del FN, Florian Philippot, por detrás de Philippe Ricert (Los Republicanos).

La formación de Nicolas Sarkozy obtuvo la victoria en siete de las trece regiones (Ródano-Alpes y Pays de la Loire, Normandía e Île de France, la más poblada y en manos del PS desde hace 17 años, además de las tres citadas), mientras que las seis restantes (Aquitania-Limousin-Poitou Charentes, Midi Pirineos-Languedoc-Roussillon, Borgoña Franco Condado y Centro Valle de la Loire) fueron para el PS, que hasta ahora controlaba todas menos una, lo que supone un resultado mejor de lo que les auguraban los sondeos hace unas semanas.

Bien posicionada

Le Pen evitó reconocer explícitamente la derrota y aseguró que, con casi el 30% de los votos a nivel estatal se encuentra bien posicionada de cara a las presidenciales de 2017. Sostuvo que «el país se divide ahora entre los mundialistas, partidarios de diluir a los franceses en el magma mundial, y los patriotas, que consideran que la nación es el mejor espacio para protegerles», clamó Le Pen, quien pidió a los franceses que se posicionen en base a esa división de cara a las «vitales» presidenciales.

El expresidente Sarkozy, aseguró que la derrota del FN «no debe hacer olvidar la advertencia de la primera» vuelta, cuando fue el partido más votado y llamó a la unidad de la derecha y a mantener la línea de «rechazar todo compromiso con los partidos extremos».

El primer ministro francés, Manuel Valls, evitó cualquier triunfalismo y señaló que «el peligro de la extrema derecha no se ha eliminado» al recordar resultados anteriores. «Todo esto nos obliga a escuchar más a los franceses, a actuar sin pausa, más rápido, para obtener mayores resultados: el empleo, la formación de los parados, el aprendizaje de nuestros jóvenes, que deben movilizar más que nunca todas nuestras energías», dijo.