gara, donostia

Las metrópolis y sus retos

Mapa_Mundi_Metropolis.jpg
Mapa_Mundi_Metropolis.jpg

Toda ciudad, sea cual sea su escala, busca un desarrollo que aúne equilibrio y bienestar, algo muy lejos de la realidad las más de las veces. La economía y la situación socio-política de cada urbe son factores que condicionan su evolución, aunque borrar las desigualdades entre ricos y pobres, disminuir la polución o garantizar el acceso a una vivienda siguen siendo aspiraciones –y derechos– globales. Olivier Mongin, filósofo y ensayista, cita dos corrientes: la ciudad globalizada, que separa lo global y lo local; y la metrópoli contemporánea, que intenta asociarlos.

 

Nueva York y Los Ángeles, desarrollarse salvando las desigualdades

La Gran Manzana ha pasado de ser la ciudad más grande en 1950 a ocupar la décima posición en 2010 y la caída seguirá, porque las estimaciones le dan la 14ª plaza en el ránking mundial en el año 2030, con 19 millones de habitantes. Los Ángeles, con algo más de 13 millones de habitantes, también sufrirá una caída, aunque ambas urbes seguirán considerándose «megaciudades» que se reinventan al ritmo de la globalización, aunque tienen la tarea pendiente de hacerlo solventando las desigualdades. Según estimaciones, los centros de la ciudades tienen un 18% de pobres y los extrarradios un 9,5%.

 

São Paulo, un cocktail cosmopolita que ha ganado la partida a Rio

El área metropolitana de São Paulo agrupa a 20 millones de personas y es, junto con México, la mayor aglomeración urbana de Sudamérica. Tierra de inmigración –es tremendamente cosmopolita–, ostenta el título de capital económica y cultural de Brasil, por delante de la capital, Brasilia, y su eterno rival, Rio de Janeiro. La ciudad, con una urbanización caótica, hace difícil la vida, pues se extendió construyendo de forma desordenada y horizontal.

 

Moscú, cuando el tráfico es asfixiante

Un tráfico sobresaturado hace de la capital rusa un lugar insoportable para desplazarse. Desde el centro al aeropuerto hay 30 kilómetros, pero se necesitan entre 2 y 4 horas para completar el recorrido. El número de vehículos se ha duplicado en los últimos diez años, superando los 4,2 millones de coches. La congestión es tan aguda que la velocidad media en la ciudad es de 18 km/h. El sistema de transporte público no goza de mejor salud. Con 15 millones de habitantes, cada día nueve millones hacen uso de un metro inmerso en un plan de desarrollo para complementar las 175 estaciones ya existentes de aquí al año 2020.

 

París, un escaparate que pierde población de origen

La capital francesa atrae al año a 27 millones de visitantes, lo que supone doce veces su población. En menos de un siglo ha perdido un 25% de habitantes, pero su densidad de población supera a la de Tokio, la urbe más poblada del mundo. Los precios desorbitados, un 20% de casas vacías… la pérdida de población de origen es una realidad.

 

Lagos, 21 millones de habitantes en el motor de Nigeria

Es difícil fijar cuántos habitantes tiene la capital económica de Nigeria porque los censados son pocos y la ciudad anexa las aglomeraciones colindantes, pero el Gobierno del Estado de Lagos habla de 21,2 millones de personas. Dos tercios de la población viven en barrios de chabolas y los millones dedicados a la expansión urbana han alimentado más la corrupción.

 

Tokyo, la mayor conurbación del mundo, combina rascacielos con espacios a medida humana

Los 23 barrios del Gran Tokio, la capital propiamente dicha, junto a poblaciones vecinas, suman más de 30 millones de habitantes, lo que la convierte en la megalópolis más poblada del mundo. Se extiende en un arco de 50 kilómetros de radio alrededor de su bahía, y lo hace tanto horizontalmente como verticalmente. La torre más alta, Tokyo Sky Tree, mide 634 metros. Pero, más allá del hormigón, la ciudad guarda agradables sorpresas a escala humana al mismo pie de la gigante torre: las calles estrechas y las casitas de Kyojima, uno de los lugares que escapó a las bombas estadounidenses en 1945.

 

Pekín y Shanghai, empresas high-tech y rascacielo

Gigantes como Google, Microsoft y otras potencias digitales chinas y estadounidenses tienen en Pekín su sede regional y centro de investigación. Zhongguancun, o también llamado Hutong Valley, es lo más parecido al Silicon Valley californiano, con una diferencia: la versión china ha superado a su maestro estadounidense en el número de empresas high-tech con presencia en Bolsa. Allí trabajan al día 160.000 empleados por 400 euros al mes.

Shanghai regala a los ojos un skyline compuesto por una docena de torres de hasta 600 metros de altura. Sinónimo de modernidad para algunos, sus detractores consideran que se trata de un urbanismo sin alma de una China próspera y autoritaria. Los expertos cifran en 35 años la duración de la vida de los inmuebles actuales chinos.

 

Bombay, la necesidad de modernizarse descongestionando antes su densidad

Con 25.000 habitantes por km2, la densidad demográfica del Gran Bombay (tiene una superficie de 438 km2) es una de las más elevadas del planeta. El área metropolitana tiene unos 21 millones de personas. Bombay anhela ser ciudad de rascacielos y paraíso de clases medias, pero está lejos de lograrlo, al menos hasta que no consiga disminuir la densidad de población. Por el momento, los atascos, la pobreza, los suburbios y las infraestructuras obsoletas son el día a día. El proyecto de rehabilitación también despierta la codicia de promotores, cuyas promesas de realojamiento en la periferia no convencen. Falta hallar el equilibrio espacial entre viviendas, empleos y servicios sociales.

 

El Cairo, el centro antiguo pierde habitantes en favor de la periferia

Con 18 millones de habitantes, El Cairo es la aglomeración urbana más poblada del mundo árabe y de África, y ocupa el puesto decimoquinto en el mundo. El 70% de la ciudadanía de Egipto vive a menos de tres horas de la capital, que ha visto cómo se ha duplicado su superficie en los últimos veinte años por superposición de ciudades nuevas y de urbanizaciones exclusivas privadas. Sin embargo, la redistribución es centrífuga: el centro antiguo pierde habitantes y envejece mientras la periferia se extiende y acoge al 70% de los egipcios, básicamente jóvenes. La contaminación, su densidad y las desigualdades son algunos de sus problemas.

 

Johanesburgo, segregación racial y, ahora, también económica

A través de un proyecto de ordenación se desea corregir un plan urbanístico producto de la segregación racial, que ha vuelto a empujar a la población negra hacia los barrios periféricos, con grandes carencias. De hecho, la mitad de los 4,4, millones de habitantes viven en chabolas. También la segregación económica separa el centro de negocios de Sandton del suburbio de Alexandra. Por contra, el simbólico Soweto es el barrio de moda para la nueva clase media negra.