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La UE comienza hoy entre críticas la expulsión de refugiados a Turquía

La UE empieza hoy a expulsar a los primeros migrantes y refugiados y, entre críticas, ultimaba los detalles de la operación pactada con Ankara. Al menos 750 serán deportados entre hoy y el miércoles y debería acoger a otros tantos desde Turquía, que ha anunciado que deportará a iraquíes, afganos y paquistaníes.

Las autoridades griegas y de la UE perfilaban ayer el proceso de expulsión a Turquía de cientos de migrantes y refugiados, evitando aportar demasiados detalles ante la avalancha de críticas contra el acuerdo firmado con Ankara. La operación debe comenzar hoy en Lesbos y podría incluir también a islas del Egeo a las que desde el pasado 20 de marzo, fecha de entrada en vigor del acuerdo, han llegado casi 6.000 personas.

Según la agencia griega ANA, 750 migrantes serán deportados entre hoy y el miércoles. «Hemos dicho a las autoridades griegas que podríamos coger 500 personas y nos han dado 400 nombres. Mañana (por hoy) es posible que la cifra cambie», indicó el ministro turco del Interior, Efkan Ala.

La UE, por su parte, ha comenzado a enviar fuerzas de seguridad para llevar a cabo la operación, sobre todo agentes de la agencia de vigilancia de fronteras Frontex. El Gobierno francés ha previsto el envío de 200 CRS, policías y gendarmes.

Fuentes policiales en Lesbos indicaron que se habían recibido una oleada de demandas de asilo de última hora.

El acuerdo que intenta frenar el flujo de personas que quiere llegar a Europa prevé que por cada sirio expulsado se reinstale en suelo europeo a otra persona de esta nacionalidad que se encuentre en Turquía, eso sí, con un límite de 72.000 personas.

Más de un millón de migrantes y refugiados llegaron a la UE el año pasado, y en lo que va de este han llegado a Grecia 150.000 más. El acuerdo suscita una gran oposición entre ONG y la propia ONU. Peter Suthgerland, consejero de Naciones Unidas sobre migraciones teme que sea ilegal si da lugar a expulsiones colectivas sin atender a los derechos individuales de los demandantes de asilo. Amnistía Internacional ha acusado además a Ankara de forzar cada día a cientos de sirios a volver al país en guerra del que han huido, acusación rechazada por Turquía, mientras Acnur denuncia la degradación creciente de los centros en las islas griegas donde se retiene a los refugiados, y advierte de que la situación puede descontrolarse.

Turquía expulsará

Ankara, que aún tiene que hacer los cambios legislativos necesarios para asegurar que no se producen las «devoluciones en caliente», prohibidas por el derecho europeo e internacional, sí ha anunciado que expulsará a todos los migrantes afganos, iraquíes o paquistaníes, a pesar de que huyan también de graves conflictos en sus respectivos países, mientras los sirios serán recluidos en campamentos.

El ministro turco del Interior defendió la actuación de su gobierno como freno a los migrantes y recordó que, desde comienzo de año, ha impedido a 65.000 personas cruzar el Egeo, 4,5 veces más que en el mismo período del año pasado.

La UE no ha concretado aún qué sucederá con las 50.000 personas bloqueadas en Grecia, en condiciones muy precarias, desde que se cerró la ruta de los Balcanes y que llegaron antes del 20 de marzo.

 

Berlín plantea un acuerdo con los países del norte de África similar al firmado con Ankara

El ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, ve posible crear un acuerdo con los países del norte de África similar al alcanzado entre la UE y Turquía para expulsar a quienes lleguen de forma irregular por la ruta del Mediterráneo. «Si vuelven a llegar más personas a través de esta ruta, tendremos que buscar soluciones similares a la hallada con Turquía y entablar entonces también negociaciones con los países del norte de África», señaló el ministro al dominical “Tagesspiegel am Sonntag”. Así, según De Maizière, «serían factibles centros de acogida en el norte de África para refugiados que son expulsados desde Italia y, en contrapartida, establecer una acogida humanitaria con el país norteafricano correspondiente». El ministro agregó que desde el cierre de la ruta de los Balcanes y el acuerdo con Turquía, en marzo solo cruzaron ya diariamente la frontera austro-alemana alrededor de 140 refugiados y expresó su esperanza de que con ello se haya alcanzado ya el máximo. Pero, con ello, Italia teme que aumenten las llegadas a su territorio. Las entradas de inmigrantes africanos a Italia en 2016 ya son un 80% más que las de 2015. El Gobierno italiano espera que lleguen 270.000 inmigrantes en 2016 y teme que la situación se desborde si comienzan a llegar también personas que utilizaban rutas como la de Turquía. Otra preocupación es la gestión de la inmigración procedente de países africanos que son considerados inmigrantes económicos y no tienen ningún tipo de protección internacional.GARA