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LESBOS

Aumentan las voces contra las deportaciones de refugiados

Oxfam Intermón, el Consejo Noruego para Refugiados y Solidarity Now exigieron ayer que se detengan de forma inmediata las deportaciones de refugiados a Turquía porque no se están respetando sus derechos ni evaluando correctamente sus peticiones de asilo.

Oxfam Intermón, el Consejo Noruego para Refugiados y Solidarity Now reclamaron ayer el cese «inmediato» de las deportaciones de migrantes y refugiados de Grecia a Turquía, porque no se están respetando sus derechos básicos.

Las tres ONG firmaron un comunicado en el que cuestionan el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, en función del cual «las personas refugiadas pueden estar siendo deportadas sin que su solicitud de asilo se haya evaluado de forma adecuada o sin que hayan recibido información suficiente sobre sus derechos legales».

Denunciaron que más de 6.300 personas permanecen detenidas en centros «abarrotados» de las islas griegas y «sin las más mínimas condiciones», por lo que reclamaron que no se retenga a quienes solicitan asilo –un paso que dan «la mayoría» de quienes llegan a Grecia–.

«El servicio de asilo griego sigue careciendo de personal suficiente y apenas dispone de un reducido grupo de agentes y personal técnico en las islas para evaluar el gran número de solicitudes de asilo», lamentaron.

El director general de Oxfam Intermón, José María Vera, afirmó que «la Unión Europea debería avergonzarse de anteponer la detención y deportación de personas a su derecho a vivir con dignidad y seguridad». «La UE, que dice ser bastión de los Derechos Humanos», aprobó el acuerdo sin tener en cuenta a personas «totalmente desamparadas», subrayó.

Para el director ejecutivo de Solidarity Now, Epaminondas Farmakis, «hay que asegurar que las personas migrantes pueden vivir en centros abiertos y seguros mientras permanecen en un estado miembro».

«Lo más importante es detener de inmediato las expulsiones a Turquía y garantizar que estas personas pueden ejercer su derecho básico a solicitar asilo», añadió.

Incidió en que «la UE no puede seguir mirando a otro lado mientras miles de personas ponen en riesgo su vida. En Lesbos y Quíos, personas de Pakistán que consideran que están recibiendo un trato discriminatorio han amenazado con suicidarse».

El secretario general del Consejo Noruego para Refugiados, Jan Egeland, calificó de «alarmante» la forma en que Europa «está maltratando a hombres, mujeres, niños y niñas que llegan a nuestro continente huyendo de la guerra y la persecución en busca de protección».

Hoy la isla de Lesbos recibirá la visita del papa Francisco y el patriarca ortodoxo Bartolomé. Está previsto que ambos coman con un grupo de refugiados en el centro de detención de Moria, donde permanecen unas 3.000 personas en condiciones precarias. Los refugiados sirios han sido trasladados a Kara Tepe, un campamento que a día de hoy continúa siendo un centro abierto, pero que ahora alberga a unas 1.000 personas de grupos vulnerables de todas las nacionalidades, básicamente mujeres con sus niños y embarazadas. Está previsto que ambos líderes religiosos den a conocer en una declaración conjunta su postura sobre esta situación.

Por su parte, Gauri van Gulik, subdirector de Amnistía Internacional para Europa, instó al sumo pontífice a «hablar sobre las violaciones, el miedo y la incertidumbre que sufren miles de refugiados y migrantes atrapados en el limbo en Lesbos y en otros lugares en Grecia».

Al menos 30.000 personas huyen de Alepo por los combates

Human Rights Watch (HRW) denunció que las autoridades turcas mantienen la frontera con Siria cerrada y que las patrullas incluso disparan contra los desplazados sirios que se acercan a la valla en su huida del Estado Islámico.

«Turquía debería dejar de disparar a los civiles sirios que huyen de los combates y permitirles de inmediato cruzar la frontera», exigió en un comunicado. Advirtió de que al menos 30.000 personas han huido de sus viviendas o de los campamentos de desplazados en el norte de Alepo por los combates entre el ISIS y otros grupos armados. Según testimonios de sirios y cooperantes residentes en la zona, tres campamentos, Ikdah, Haramein y Sham, que albergaban a unas 24.000 personas, se vaciaron completamente y sus ocupantes huyeron hacia la frontera turca.

Un residente del campamento de Ikdah relató a HRW que el jueves milicianos del ISIS exhortaron por megáfono a los residentes a evacuar el lugar y a trasladarse a las zonas bajo su control, pero que la mayoría prefirió huir hacia la frontera turca, donde fueron recibidos con disparos por los guardias turcos. «Los civiles huyen del ISIS y Turquía responde con disparos de balas reales en vez de sentir compasión por ellos», criticó Gerry Simpson, de HRW.

En febrero, Ankara mantuvo cerrado el paso fronterizo de Kilis pero ampliaron los campamentos ubicados en el lado sirio.GARA