Beñat ZALDUA

La ANC celebra su cuarta asamblea, marcada por las tensiones internas

La Assemblea Nacional Catalana celebra mañana en Manresa su cuarta asamblea general, con posiciones enfrentadas en varios aspectos tales como la actualización de la hoja de ruta independentista o el formato de la movilización de la próxima Diada Nacional.

La Assemblea Nacional Catalana (ANC) esperaba que la del año pasado fuese la última gran movilización con motivo de la Diada. Los ambiguos resultados del 27S y las actuales dudas sobre la marcha del proceso independentista, sin embargo, han vuelto a poner de manifiesto la necesidad de mantener la movilización popular en lo alto con una nueva edición del 11 de setiembre. Algo que genera no pocas tensiones en el seno de la ANC, en la que, según medios catalanes, las posiciones al respecto se dividen en dos grandes bloques: mientras unos apuestan por actos descentralizados en todo el territorio, otros se decantan por reunir a todos los cargos electos independentistas del país en un único acto de masas en Barcelona.

Como ha hecho cada mes de abril desde hace cuatro años, la ANC esperaba hacer pública la movilización de este año en la asamblea general que celebra mañana, aunque visto lo visto, en estos momentos no está claro que lo pueda hacer. Lejos de ser circunstancial, la división actual a cuenta de la movilización de la Diada (que puede ser fácilmente salvable para mañana) refleja las tensiones internas que vive la asamblea desde hace ya un tiempo.

Otro botón de muestra de la tensión es la reforma de los estatutos que los socios de la Assemblea votarán mañana. Uno de los puntos apuesta por escoger de forma directa al presidente de la entidad (ahora lo escogen los 75 miembros del secretariado nacional, elegidos a su vez mediante votación). Hay quien ve tras la propuesta una maniobra del actual presidente, Jordi Sánchez, para mantenerse en el cargo y hacer más presidencialista la ANC.

De hecho, la figura de Sánchez ha sido motivo de polémica durante el último año, sobre todo a raíz de dos episodios en los que, según denuncian sus críticos, tomó partido a favor de Mas, violando la imparcialidad que se le supone al cargo. El primer episodio fue la formación de la candidatura de Junts pel Sí (JxSí) en julio de 2015, cuando la ANC se alineó a favor de la tesis de Mas en un momento en el que el resto de fuerzas se decantaban hacia la opción de una única candidatura sin políticos. El segundo, en las largas negociaciones que sucedieron a las elecciones del 27S, cuando desde la CUP se acusó a Sánchez de jugar, de nuevo, a favor del ahora expresident. En declaraciones a ‘Vilaweb’, el líder de la Assemblea explicó que esperará al resultado del encuentro de mañana para decidir si se presenta a la reelección o no. Un proceso que se dará en el mes de mayo, después de la renovación del secretariado nacional.

¿Una lista unitaria?

Otro de los temas para la polémica será la actualización de la hoja de ruta de la entidad, ya que la propuesta del actual secretariado recoge el impulso de «una candidatura de la máxima unidad independentista» en caso de repetición electoral en el Estado. «En las actuales condiciones de progreso independentista en Catalunya y de fraccionamiento y debilidad en España, después de la experiencia de las últimas elecciones, se hace más necesario que nunca incrementar la presencia del catalanismo soberanista en Madrid», dice el texto propuesto, que vuelve a poner encima de la mesa, de forma más o menos velada, la cuestión de la lista unitaria. Una tesis que CDC defiende, pero que ERC sigue, al menos de momento, rechazando. En Manresa se debatirán hasta doce enmiendas a este punto de la hoja de ruta.

Mañana se tendrán que aprobar también las cuentas de 2015, que acabaron por primera vez con un déficit de 132.049 euros, circunstancia que la ANC achaca a los organismos del Estado. Concretamente, a la agencia de protección de datos, por una multa de 83.000 euros, y al incremento del IVA a pagar a raíz de una inspección de Hacienda.