Alberto PRADILLA
MADRID

Soria se marcha tras mentir sobre sus vínculos con paraísos fiscales

José Manuel Soria, ya exministro español de Industria, deja su cargo cinco días después de aparecer en los «papeles de Panamá». Tras un «vía crucis» en el que no supo explicar por qué su nombre aparecía en documentos de sociedades «offshore» propiedad de su familia, abandona para no lastrar más al Gobierno de Mariano Rajoy en un momento tan delicado. Pese a sus renuncios, trata de presentarse como ejemplo de «responsabilidad».

Que José Manuel Soria, exministro de Industria en funciones, iba a terminar dimitiendo, era un secreto a voces. El jueves por la noche nadie daba un euro por el miembro del gabinete de Mariano Rajoy, cuyo nombre había aparecido en los denominados «papeles de Panamá» por su relación con empresas familiares en paraísos fiscales. Ayer, finalmente, Soria confirmó los rumores y puso fin a su tormentosa semana. Se marcha para no ser un lastre a menos de dos semanas para que el jefe del Estado español, Felipe VI, convoque a los partidos a una tercera ronda de contactos para evitar la convocatoria de elecciones.

El exministro había gestionado de forma pésima la revelación de que participó en empresas «offshore» en paraísos fiscales. Como Luis Bárcenas, extesorero del PP, o Francisco Granados, antiguo líder del PP en Madrid, reaccionó negando toda responsabilidad. Pero la semana ha sido un «vía crucis» para el político canario. A cada negativa le sucedía una nueva información periodística que evidenciaba su implicación en la evasión de impuestos. Y él trataba de recolocarse, lo que extendió la desconfianza tanto en La Moncloa como en Génova.

Siguiendo la lógica impuesta por Rajoy al hablar sobre la corrupción en el PP, todo era mentira, «salvo alguna cosa». Y al final, Soria se marcha pero asegurando que no es por haber sido pillado en renuncio, sino por la mala gestión comunicativa de las acusaciones. «La política es una actividad que debe ser en todo momento ejemplar también en la pedagogía y en las explicaciones. Cuando así no ocurre, deben asumirse las responsabilidades correspondientes», dijo a través de un comunicado. Es decir, que insiste en eludir su responsabilidad, solo admite no haberse explicado bien y pretende ubicarse como ejemplo de virtud por dimitir. Con su marcha, elude dar explicaciones ante el Congreso, ya que estaba prevista su comparecencia para el próximo lunes.

«Nadie que haya operado en paraísos fiscales puede estar en el Gobierno», aseguró el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro. Frente a su habitual locuacidad a la hora de señalar a rivales políticos, el ministro apeló a su cargo para no dar detalles sobre la situación fiscal de su excompañero.

Luis de Guindos, ministro de Economía, sustituirá a Soria hasta que se conforme un nuevo gobierno, ahora o tras el 26J.

Operación contra el sindicato ultra Manos Limpias y Ausbanc por «extorsión»

El sindicato ultraderechista Manos Limpias y la entidad financiera Ausbanc protagonizan la enésima redada contra la corrupción que se desarrolla en el Estado español. La Policía española desarrolló ayer una operación en la que fueron detenidas las cúpulas de ambas entidades, incluidos sus máximos responsables, Luis Pineda y Miguel Bernad, respectivamente, acusados de actuar de forma coordinada para extorsionar a bancos.

Según difundieron las agencias españolas, las técnicas de chantaje habrían alcanzado a la infanta Cristina, hermana de Felipe de Borbón, que está siendo juzgada por el «caso Nóos». Preciasamente fue la acción de Manos Limpias la que logró que la mujer de Iñaki Urdangarin, el principal acusado, se sentase en el banquillo, ya que tanto la Fiscalía como el Abogado del Estado están ejerciendo un papel de defensa y no de acusación.

Fuentes policiales informaron a Efe de que uno de los asuntos que se intenta aclarar es el presunto chantaje a La Caixa y al Banco Sabadell, a los que se habría solicitado un total de tres millones de euros para que Manos Limpias retirase su acusación contra la infanta Cristina, la única que se ejerce contra ella en el «caso Nóos».

La UDEF cree que ambas organizaciones trabajaban de forma coordinada y no eran realmente asociaciones sin ánimo de lucro, sino que su objetivo era obtener beneficios para sus dirigentes.GARA