Joseba VIVANCO
ALAVÉS

Como robar a un jubilado su pensión

Malísimo partido, sin fútbol ni ocasiones, en el que el Alavés rascó un punto que sería mejor si los albiazules hicieran luego sus deberes en Mendizorrotza.

MALLORCA 0

ALAVÉS 0

 

Cosas que ver y hacer en Mallorca. Entre ellas, no irte a ver un Mallorca-Alavés. Porque lo visto ayer en el Iberostar fue como robar la pensión a un jubilado. De malo. De malo malísimo. Habrá quien defienda que esto es la División de Plata. Pobreza de discurso. Si el Alavés viajó hasta la isla balear para traerse los tres puntos, en el vuelo perdió el manual de instrucciones. Sobre todo cuando te dedicas solo a defender. En esas ocasiones a lo sumo rascas un punto, cuando no te vas con una derrota por rácano. Y a los albiazules les pudo pasar porque si alguien tuvo alguna clara ocasión, un oásis en mitad de un desierto futbolístico, fueron los bermellones, que estrellaron un balón en la cruceta de Fernando Pacheco y exigieron una estirada suya para salvar un cabezazo que se colaba. Y hasta ahí podemos contar en lo que a peligro se refiere por parte de ambos conjuntos.

«El equipo está mentalizado y preparado para intentar lograr la victoria», sostenía delante del micrófono Pepe Bordalás minutos antes de arrancar el choque. Sobre el césped apostó por Manu Barreiro en punta en detrimento de Pacheco, y lo hacía con intención de ser más ofensivos, justificaba. En los diez primeros minutos, el Mallorca llegó tres veces con cierto peligro pero sin rematar, otra aproximación más protagonizada por el local Ortuño y dos cabezazos lejos del marco rival de Toquero pasada la media hora fue toda la pólvora de una primera soporífera, un canto al antifútbol. Maltrato a la pelota, apenas un pase, cerca de una treintena de faltas... Un empate a cero ganado a pulso que a la fuerza no podía ser peor en la segunda mitad.

Pues para los intereses del Alavés casi lo fue. Parecía haber salido con otro talante, quién sabe si en ese ánimo de masticar el duelo en el primer tiempo, aprovechar el desgaste como así fue del Mallorca en esos minutos finales y asestar el golpe de efecto tras el descanso. Pero fue el Mallorca el que tuvo esas dos claras ocasiones de gol y a partir de ahí, más de lo mismo, con más brío si cabe, pero con el mismo resultado en el juego. Cero peligro, cero goles. Un disparo lejano de Juli que desbarató el portero fue todo lo que dio de sí la ambición gasteiztarra.

A juicio de Bordalás, «ha sido difícil generar ocasiones para ambos, ellos han tenido un par de disparos, nosotros no hemos tenido ocasiones, nos ha costado muchísimo generarlas. Un punto que no sabemos si servirá, pero es importante sumar y no irse de vacío. El equipo lo ha dado todo y les felicito por el esfuerzo. Ha sido muy complicado. Cuando no tienes el balón tienes que defender y si te hacen un gol es muy difícil darle la vuelta. No veníamos a defender la portería a cero». Un punto a la postre cuyo valor será interpretable, en un choque que literalmente lo fue, muy intenso, de fricción, desgaste, muchas faltas, tarjetas, y ese botín que valdría más si el Alavés hiciera los deberes en casa.