El Ibex completó su segunda semana consecutiva de pérdidas al bajar un 3,59%. No hay fuerzas para tratar de tirar hacia arriba, pero tampoco parece que los bajistas consigan hacerle perder más posiciones. Es decir, si no puedes avanzar, al menos no te vengas abajo y construye un suelo para iniciar un próximo tramo al alza. La sesión, con varios cambios de signo, tenía en el dato de empleo de Estados Unidos el punto de máxima atención.

En abril se crearon 160.000 nuevos puestos de trabajo, una cifra muy inferior a los 200.000 previstos. Es la menor cantidad de empleos creados en siete meses, aunque la tasa de paro se mantuvo en el 5%. Como ocurre siempre con esta referencia, se hicieron dos lecturas. De un lado, no se espera un encarecimiento del precio del dinero a corto plazo, dada la desaceleración en el mercado laboral. Por otra parte, crece el miedo a un parón en la economía de Estados Unidos porque el dato refleja debilidad en uno de sus puntales y principal soporte de la argumentación favorable de la Fed a la subida de los tipos de interés.

El Ibex acabó en los 8.702,10 puntos, tras anotarse un 0,15%. En Europa, Fráncfort (+0,18%) y Londres (+0,14%) también subían, mientras que París (-0,42%) terminó a la baja. En el Ibex, Bankia (+2,10%) y Gamesa (+1,53%) eran los mejores. El fabricante de aerogeneradores ganó 72 millones de euros en el primer trimestre, un 72% más. Las mayores caídas fueron para Merlin (-1,42%), Sacyr (-1,36%) y ArcelorMittal (-1,33%). El gigante del acero perdió 364 millones de euros, un 42,8% menos que un año antes. De los grandes, BBVA (+1,39%) obtuvo el mejor balance. En París, LafargeHolcim (-1,79%) y VeoliaEnvironnement (+1,37%) ocuparon los dos extremos de la lista.