Joseba VIVANCO
Athletic

Un puesto menos en Canarias

LAS PALMAS 0

ATHLETIC 0


Disparaba Iturraspe casi desde el ángulo del área grande y el esférico se le iba mal dirigido, muy alto y desviado, y Muniain, que le había aprovisionado del balón, se derrumbaba sobre el césped del Estadio Gran Canaria. Impotencia. Impotentes. Al Athletic se le escurría entre los dedos en esa jugada las opciones de llegar a la última jornada liguera dependiendo de sí mismo para acabar quinto y evitar esa previa europea que adelantaría un mes sus planes, al 28 de julio... y en Anoeta. Ganó el Celta en Balaídos, que sí hizo sus deberes, y ganó el Levante en el Vicente Calderón, con lo que unos distendidos colchoneros recibirán a los gallegos sin opciones para el campeonato, así que los bilbainos no solo necesitarán ganar al Sevilla –que perdió 1-4 ante el Granada, pensando ya solo en las finales de Copa y Europa League– sino que tendrán que esperar que los del Cholo Simeone hagan lo propio, como decimos, sin objetivo en juego, ante los de Eduardo Berizzo. El Athletic se complicó innecesariamente la privilegiada quinta plaza y lo hizo ante un Las Palmas que solo se jugaba la honra ante su público y que en ningún momento puso en apuros a los rojiblancos, incapaces de iluminar un solo balón en el área canaria.

Es evidente que el equipo rojiblanco no está ya para echar cohetes, para meterse un palizón de 90 minutos, incluso las ideas para visualizar la portería rival ni siquiera están nítidas, por lo que dada la hora, el calor y ante un rival que jugaba con el freno echado y la pelota atada al pie, tirar a la basura los primeros 45 minutos como fue el caso puede entenderse, pero lo que realmente les penalizó fue esa falta de pericia en la segunda mitad. Sumaron en este acto incontables llegadas, pero sin acierto ni concierto en el último y decisivo empuje del balón a la red. Ni un atisbo de frescura, ni un mínimo chispazo de esa magia que se apaga con el adiós del gran Juan Carlos Valerón. Y en ese, por momentos, cerco a la meta canaria, parecía cada vez más claro que una jugada aislada podía decantar el duelo. Y esa tuvo lugar en el minuto 61 cuando tras un genial recorte de San José ya metido en harina como media punta, se sacó un centro-chut que Bóveda remató a gol en el segundo palo, anulado por el línea en el único fuera de juego mal señalado en todo el partido. Villarato, ¡ja!

Ahí estuvo la clave del duelo, tanto como en el cansancio con el que los leones llegan a este larguísimo final de temporada. Ernesto Valverde tiró de su once más o menos de gala, con la novedad de Elustondo como pareja de Bóveda y forzando el dañado pubis de De Marcos, que aguantó unos cincuenta minutos, cuando después de tener que bailar con el quisquilloso Jonathan Viera, fue sustituido por un Gurpegi que no estaba previsto que se vistiera de corto reservado para despedirse con todos los honores ante el Sevilla.

De Marcos es el reflejo del estado del equipo, justito y dolorido desde hace semanas para encarar partidos como el de ayer, que se complican y en el que hay que remar mucho, contra un adverso 0-0 sí, porque el Las Palmas se conformaba con no perder. Y Al Athletic le costó, primero, oler la pelota, y luego encontrar esa luz tenue en sus cabezas una vez plantados frente al área contraria.

La primera mitad fue como una tarde de calima. Mejor quedarse en casa y con las persinas echadas. La primera falta de Raúl García a los 19 segundos presagiaba una intensidad que no fue tal. Los amarillos se hicieron dueños y señores del balón, eso sí, sin profundidad alguna. La primera ocasión en que Iraizoz atrapó un balón con sus guantes fue en una salida justo antes de tomar camino a vestuarios. Hasta entonces, los de Quique Setién no habían dado señales de vida, aunque la posesión de balón fuese suya en un 64%. Como si de un equipo de fútbol-sala se tratara, se dedicaron a marear la pelota con pases cortos y horizontales, posesiones infinitas, con el Athletic corriendo siempre detrás y sin apenas otear el cuero. Esfuerzo baldío el de los leones cuyas llegadas por banda, ora Williams, ora De Marcos, no encontraron nunca remate. Beñat desaparecido, San José igual, lo mismo que Muniain o Aduriz, era obligatorio un paso adelante tras el descanso y el Athletic lo dio, pero sin determinación

El Celta ganaba en Balaídos y al Athletic le urgía la victoria. Aduriz cabeceó fuera un centro lateral, el gol injustamente anulado de Bóveda, Susaeta que no culminó un contragolpe... Valverde dio entrada a Iturraspe por un desaparecido Raúl García y San José adelantó posiciones en pos de ese idilio suyo con las ocasiones. Y la tuvo el de Atarrabia en el minuto 92, pero acabó en córner. Las rupturas de Muniain, la entrada en juego de Beñat, el empeño de Susaeta o la presencia de San José arriba no dieron para materializar el objetivo perseguido. Paliza a correr con la carga que llevan las piernas, gol injustamente anulado que habría decidido el partido, después del denodado esfuerzo de este año sería injusto cargar las tintas máxime porque se llega a la última jornada con todo por decidir y este equipo es experto en tapar bocas.

Nada puede empañar esta temporada, ni siquiera un sexto puesto, y menos cuando queda un partido con tanto en juego y la despedida del gran capitán, Carlos Gurpegi. Que nadie se vaya antes de tiempo.

Técnico y compañeros avalan el adiós de Gurpegi y piden una gran despedida

Puede decirse que era un secreto a voces. Solo faltaba la confirmación del club o del propio jugador. Carlos Gurpegi estaba previsto que no jugara ayer para evitar ver una quinta amarilla que le hubiera impedido estar ante el Sevilla. Fue algo consensuado entre jugador y técnico, reveló luego Ernesto Valverde al ser preguntado, que con sus palabras dejó claro el adiós del capitán en la última jornada. Después, los compañeros del navarro que atendieron a los medios de comunicación no hicieron sino ratificarlo y de paso pedir para él una despedida como se merece. Un adiós que Iker Muniain tiene muy claro cómo debería ser: «Partido para todo: para quedar quintos, para celebrarlo por todo lo alto, para despedir a nuestro capitán a un mito de este deporte y ojalá sea un final feliz». Es el que desean todos para el gran capitán que se despedirá a sus 35 años, 18 años en Lezama y 15 de ellos en el primer equipo. Ayer dispuso de unos minutos inesperados, de un partido más para la estadística, y lo hizo en la despedida ante su público de otro mito de 40 años como Juan Carlos Valerón. Al final del partido, ambos compartieron fotografía. «Viendo el partido de hoy, Valerón está para jugar un par de añitos más. Ya sabemos todo lo que ha hecho en el fútbol y es bonitas es despedidas. Hay que hacer algo parecido o más grande a Gurpegi», sostenía Beñat. «La semana que viene se nos va un grande del fútbol y se hará algo que se merece, a su altura», apunta Elustondo. Una semana para los preparativos, en el agur del gran capitán que hablará esta semana ante la prensa. En puertas de su partido 393.J.V.

Muniain asume que «la gente está cansada»

«Son muchos partidos, la temporada que más, se nota en las piernas, la gente está cansada, tiene molestias, pero hay que apretar los dientes, queda sólo un partido», asumía Iker Muniain, que ayer jugó 90 minutos y confía en que el Atlético gane al Celta la última jornada.

El pubis de Óscar De Marcos «no podía más»

Óscar de Marcos llegaba muy justito a este partido por sus problemas de pubis y esos mismos dieron con él en la caseta en el minuto 50. Valverde reconoció que «no podía más, le llevávamos reservando toda la semana». El alavés parece seria duda para recibir al Sevilla en la última jornada.

Valverde: «Estamos llegando justos, nos está costando»

Ernesto Valverde compareció resignado por el empate y por la falta de resortes que ya tiene su equipo a estas alturas. «Estamos llegando un poco justos, es la sensación que tengo, nos cuesta hacer peligro, también en los anteriores partidos, no estamos sabiendo darle la vuelta a los partidos y nos está costando», admitió. «Hoy nos ha faltado pericia para determinar el partido a nuestro favor, para generar peligro, porque llegar hemos llegado, pero hay que tener ese punto de finura, que ellos tienen con esos jugadores, pero nosotros no lo hemos tenido», se lamentó.J.V.